-Ryan-
Es sábado, son las 19.00, y estamos de camino a ver uno de los mejores atardeceres que he visto en mi vida, y no hay mejor sitio que en una pequeña montaña, en donde podemos ver lo espectacular que es.
—¿Por qué me tenías que tapar los ojos con una camiseta tuya?.- pregunta Emily confundida.
—Ya verás, espera 5 minutos.- respondo.
Cuando llegamos, paro el coche lo más cerca que puedo, para que no tengamos que caminar tanto, y salgo del coche, paso al otro lado del que he salido, le abro la puerta a Emily, y la ayudo a levantarse. La levanto del suelo para poder llevarla en brazos y que no se caiga (ya que no ve absolutamente nada).
Cuando llegamos al sitio exacto en el que quería estar, la bajo de mis brazos y le quito la camiseta de los ojos.
Al principio solo me mira a mí, pero luego se da cuenta del precioso atardecer que estamos viendo. Tiene unos colores preciosos, rosas, azules y naranjas, me encanta. Y espero que a Emily también, aunque solo viendo su cara, ya se que si.—Ryan..., esto es increíble, gracias.- dice con felicidad.
—No es nada, solo quería que viéramos el atardecer aquí, relajados.- digo.- además, mira, he preparado un pequeño picnic.- señalo detrás suya.
Mira hacia la dirección la cual he señalado, y cuando lo ve se tapa la boca con la mano y vuelve su mirada hacia mi.
—Ryan, esto es precioso, de verdad, gracias, necesitaba relajarme un rato.- dice.- y contigo mejor.
Me sonrojo y me río a la vez.
Nos sentamos, y mientras Emily aprecia el atardecer, yo la miro a ella. Es tan... perfecta, no se como no me he fijado en ella antes. Bueno si, lo hice, pero no de esta manera. Y me arrepiento de haberla tratado así casi el primer mes del instituto. Aunque ella no se quedó corta, es una salvaje también.
Mientras la observo, me acuerdo de que tengo que darle algo. Abro la cesta del picnic y saco una rosa blanca.Segundos después, Emily se da cuenta de que la estoy mirando y pregunta:
—¿Qué pasa, porqué me miras?
—Toma, esto es para tí.- le doy la rosa.
—Gracias.- dice, vergonzosa.
Después de eso, apartamos la mirada y la posamos sobre el precioso atardecer que poco a poco iba desapareciendo.
—¿Por qué haces esto?.- me pregunta mirando el atardecer.
—Esque, no lo sé, quiero verte feliz.- respondo.- no quiero que te vuelva a pasar lo de la otra noche.
—Ya, me pasa mucho, tengo muchas bajadas de tensión, y cuando me pasa me entra la ansiedad, pero no es nada, no te preocupes.- expresa.
—Vale.- digo. Nos quedamos unos segundo de silencio incómodo.- aunque no es solo eso.- nos miramos.- Desde que te vi la primera vez en el instituto me pareciste muy atractiva, pero me porté muy mal contigo, y lo siento, de verdad, no sabes de lo que me arrepiento. Estos días que nos estamos llevando genial, y me siento muy bien, demasiado diría yo, nunca me he abierto así con nadie, y eso es porque eres muy especial, o al menos lo eres para mi. Emily, no estoy seguro de nada, pero sé que siento algo por ti, y eso me aterra, pero a la vez me gusta.- declaro.- Dudo que sientas lo mismo por mi, pero te lo quería decir, porque, creo que me estoy enamorando de ti.
Emily me está mirando fijamente, no dice nada, tengo miedo de su respuesta.
—No sabía qué sentías eso por mi.- dice. Me mira fijamente durante un par de segundos.- Yo también estoy enamorada de ti Ryan.
Se acerca lentamente, mirándome a los labios, y yo hago lo mismo. Finalmente, nuestros labios se encuentran. El beso es suave al principio, un tímido reconocimiento de la conexión. Pero pronto, la pasión crece, y el beso se vuelve más profundo, más urgente, como si intentáramos expresar todo lo que las palabras no pueden decir. Nuestros brazos se envuelven el uno alrededor del otro, acercándonos aún más.
El mundo exterior desaparece. No hay nada más que el latido compartido de nuestros corazones, el calor de nuestros cuerpos juntos, y la certeza de que en ese momento, estamos exactamente donde debemos estar.
Nos separamos, nos miramos directamente a los ojos, exhaustos del beso y segundos después acerco a Emily a mi y dejo que se apoye en mi pecho. El sol está a punto de desaparecer completamente. Miramos lo que queda de ello mientras estamos abrazados el uno con el otro.Lo confirmo, estoy locamente enamorado de Emily.
Y creo que ella también, pero hay un pequeño problema, somos hermanastros, y no creo que a nuestros padres les parezca bien que estemos juntos.
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¿Me odias o me besas?
RomanceCuando Emily se ve forzada a mudarse a una nueva ciudad tras el divorcio de sus padres, no esperaba encontrarse con el acoso de Ryan, el chico malo del instituto. Mientras tanto, su madre, Sophia, encuentra un nuevo amor en Andrew, cuyo hijo resulta...