-Ryan-
Estamos desayunando, su madre nos ha preparado unas riquísimas tortitas con fresas y caramelo. En mi casa mi padre nunca me hace nada de desayunar, siempre bajo con prisas y me pillo una bolsita de galletas para no morirme de hambre.
—¿Te gusta, Ryan?.- me pregunta Soph, la madre de Emily.
—Si, están muy ricos, muchas gracias.- respondo mientras me los como.
—Me alegro.- me sonríe
Dios, es que os lo juro, están demasiado buenos, nunca me había comido unas tortitas tan deliciosas. Veo que nuestros padres se van, no se a donde, pero se van. Miro a Emily, se giró hacia mí y empezó a hablar.
—Las estás devorando, ¿es que nunca habías probado las tortitas, o que? .- me pregunta Emily.
—Eh, si, pero estas son las mejores que he probado, y llevo años sin desayunar algo decente, siempre cojo lo primero que pillo de la cocina.- respondo.
—¿Tu padre no te hace el desayuno? .- me pregunta.
—No, desde que mi madre murió no me ha hecho el desayuno.- digo.- bueno no, mentira, nunca me lo ha hecho, siempre me lo había hecho mi madre, hasta que tuve que buscarme la vida, y no hablo solo del desayuno.
—Que pena.- dice, pero noto que no está apenada, pero me da igual.
Cuando terminamos, vamos a la entrada en donde hemos dejado preparadas nuestras mochilas, nos ponemos los zapatos y salimos de casa hacia el colegio, que está muy cerca de la urbanización.
—Emily, creo que deberíamos separarnos, no pueden vernos juntos.- digo.
—Tienes razón, pero tenemos que pasar por la misma calle, así que es difícil.- responde.
—Pues ve tú delante, y yo voy detrás pero con distancia.- propongo.
— Vale.- responde seca.
Emily avanza un poco más rápido y yo me paro, saco el móvil del bolsillo de mi pantalón y miro mis notificaciones. No tengo nada importante. Miro si ya ha avanzado lo suficiente para seguir caminando, y si, ya está bastante lejos. Asique me recoloco la mochila en un pequeño brinco y sigo caminando.
Cuando llego, veo que mis amigos no están en la mesa de siempre en la entrada del instituto, es muy raro, porque siempre nos esperamos ahí.
Sigo caminando y entro al instituto, ya dentro, me encuentro a uno de ellos, Marcus.—Ey, bro, ¿dónde estabas? .- me dice.- Pensábamos que no venías.
—Si, si vengo, pero he tenido un pequeño retraso.- respondo
—¿Qué retraso?, ¿el de tu cabeza? .- se ríe a carcajadas.
La verdad no me hace gracia, porque sería al revés, primero que mire las notas que saco, y luego las suyas, y ya me dice.
—No, bro, el tuyo, anda cállate.- le respondo molesto.
—Oye, ¿qué tal con la nueva?, ¿ya ha pasado algo?, llevamos sin saber nada de ti un par de días, desde el viernes que vinistes a la fiesta, luego nada más.- me pregunta.
—Si, algo ha pasado, pero no os importa.- digo con naturalidad.
—Bro, ¿qué te pasa?, estas muy raro, estas como enfadado.
—No, bueno, me tengo que ir a mates, hasta luego.- digo.
A veces me pone de los nervios, que sí, pueden ser mis amigos, pero son unos pesados, solo les importa lo que les da la gana. Y paso de contarles lo de Emily.
Como he dicho antes, me voy a clase de matemáticas, y me siento al lado de un tío que no había visto en la vida, pero siempre hay primeras veces, le veo que gira la cabeza hacia atrás para hablar con alguien, y ese alguien es Emily.Justo cuando me iba a unir a la conversación, ya que estaban hablando de libros, y quería unirme porque estaba muy aburrido, entra la profesora a clase, y de repente el aula se llena de un incómodo silencio.
—Sacad vuestras cosas que vamos a empezar.- dice la profesora mientras deja su bolso en la silla.
Odio las matemáticas, se me dan fatal.
Lo único en lo que soy bueno es en Baloncesto, de asignaturas en ninguna.
Llevo bastante sin jugar, debería volver, pero con los estudios no tengo tiempo. Mi entrenador estaba muy apenado cuando le dije que dejaba el deporte, pero es temporal.Después de una hora de puro silencio y sufrimiento, ya ha acabado, aunque aún me quedan unas cuantas clases por delante, pero sobreviviré.
O eso creo.
ESTÁS LEYENDO
¿Me odias o me besas?
RomanceCuando Emily se ve forzada a mudarse a una nueva ciudad tras el divorcio de sus padres, no esperaba encontrarse con el acoso de Ryan, el chico malo del instituto. Mientras tanto, su madre, Sophia, encuentra un nuevo amor en Andrew, cuyo hijo resulta...