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                                                                              -Emily-

Llevo casi 2 semanas haciendo la misma maldita rutina, yendo al instituto, quedando con mis amigos, estudiando, viendo a Ryan casi todas las noches en mi casa y fingiendo que nos llevamos bien.
Cada día nuestros padres están más raros, más juntos, más pegados. Y ni a Ryan ni a mí nos gusta eso. Entre nosotros nada ha cambiado, sigo odiándole, sobre todo cuando estamos en el instituto, se hace el chulo delante de sus amigos. Cuando esta en mi casa es muy inocente, aunque solo frente a nuestros padres. Porque cuando vamos a mi habitación mientras estos dos no paran de parlotear, me sigue insultando, pero bueno, ya estoy acostumbrada, y yo le respondo igual de mal, ya me la pela bastante.

Como no, ahora mismo está en mi casa, parece que viva aquí, estamos hartos de escuchar a nuestros padres reírse asique decidimos ir a mi habitación, es pequeña y aburrida, pero eso da igual, porque cada uno se pone con su móvil, no nos hablamos, solo a veces para insultarnos, pero yo estoy tumbada en mi cama mirando TikTok, y él haciendo exactamente lo mismo pero en el suelo de mi habitación.

—Tenemos que hacer algo, esto no puede seguir así, no quiero verte todos los malditos días en mi casa.- suelto de repente.

—¿Te crees que a mi me gusta?, podría estar ahora mismo de botellón con mis amigos en cualquier descampado, pero no, tengo que estar aquí contigo en una habitación que huele a pies.- dice.

—Primero, mi habitación no huele a pies, alomejor eres tu el que ha traído ese olor, y segundo, no es mi culpa que tengas que estar aquí conmigo, por eso digo que tenemos que hacer algo.- digo.

—Ya, listilla, haber, ¿que quieres hacer?.- pregunta.

—Es eso, no se el qué, porque tampoco se que estan tramando, pero algo seguro.- comento.

—Pues ya está, yo menos.- responde.

Siempre igual, nunca intenta dar ninguna solución, es vago hasta para usar su cerebro.

—¡Chicos, bajar un momento!.- grita mi madre desde el final de las escaleras.

Ryan y yo, nos miramos, ponemos los ojos en blanco y nos levantamos al unísono.
Bajamos las escaleras hasta que vamos al padre de Ryan con dos bolsas.
Dime que no creo que esté pasando lo que pienso.

—Hoy vamos a quedarnos a dormir aquí Ryan, con las chicas, que seguro que nos  divertimos.- dice Andrew.

QUE.
Si, super mega divertido.
¡Yuhuuu!
Al menos, supongo que dormirán en el sofá, y en un colchón que tenemos guardado, porque otro sitio no hay, así que no dormirán del todo con nosotras, solo en la planta baja.

—Pero papá, mañana hay instituto, tenemos que dormir en casa, tengo ahí la mochila y todo, y ademas, ¿como voy a dormir?, ¿en ropa de calle?.- pregunta.

No se si está ciego o algo, pero me da que no ha visto las dos mochilas que acaba de dejar su padre en el suelo. Parece ser que está muy concentrado intentando no quedarse aquí a dormir, cosa que me parece estupenda. Mira, por una vez intenta hacer algo útil.

Andrew agarra de nuevo las dos mochilas, levantándolas a la altura de su cabeza para enseñarle a su hijo que tiene todo ahí dentro.
Ryan suelta un suspiro molesto.

—Bueno, ahora subiré el colchón y lo preparare para que puedas dormir bien, que en la cama de Em no cabéis los dos.- dice mi madre.

QUE.
NO, NO, NO, NO.
EL NO VA A DORMIR EN MI HABITACIÓN.
NO.

—¿Cómo va a dormir en mi habitación?.- digo muy molesta.- yo necesito mi intimidad mamá.

—Tienes intimidad todos los días, y por una noche no pasa nada.- dice.- además, para cambiaros vais al baño, asique no os quejéis, que no le voy a dejar al pobre dormir en el pasillo.- explica.

¿Me odias o me besas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora