¿Me odias o me besas?

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                                                                              -Emily-

Ya han pasado 4 días después de la cena, la que pasé fatal. Y también la primera vez que Ryan se preocupó por mi.
¿No os lo creéis verdad?, ya, yo tampoco.

Estos días en el instituto hemos estado fingiendo que somos pareja, nos quedan tres días del trato. Todos mis amigos no se creen que estemos saliendo, pero a ellos también les tengo que mentir.
Ryan estos cuatro días está siendo demasiado amable y cariñoso conmigo. Y no solo en el instituto, en casa también. Cosa que no habíamos acordado.

A mi Ryan poco a poco me cae mejor, pero sigue siendo un insufrible, aunque ahora una versión mejorada.

-Ryan-

No se que me pasa, me siento diferente.
Desde que estoy en esta relación falsa con Emily he cambiado.
No soy el mismo.
Y he cambiado para bien, creo yo.

Cada vez que estoy con ella siento pequeñas cosquillas en el estómago. Creo que las llaman mariposas.
Me siento muy bien cuando estamos juntos, ósea, casi todo el tiempo. Estamos juntos en la habitación, cenando, comiendo, y ahora a veces en el patio, porque como somos ¨novios¨ pues debemos estar juntos.

Me gustaría expresar lo que siento, pero no lo sé.
Cuando Emily llegó me acuerdo que me caía fatal, ahora no se que siento por ella. Pero algo malo no es.

Dejemos este tema, que no me gusta nada.

He quedado con mis amigos en el parque de siempre, hemos dicho de estar ahí a las 19,00, quedan 20 minutos. Así que me cambio y salgo.

Subo a la habitación, ya que estaba sentado en la cocina viendo Tik Tok, y me encuentro a Emily tumbada en la cama leyendo un nuevo libro.

—¿A dónde vas?.- me pregunta cuando ve que abro el armario.

—He quedado con los del insti.- respondo.- ¿te apetece venir?.

—Depende, ¿que vais a hacer?.- pregunta.

—Estar en el parque un rato y dar una vuelta por ahí.- enuncio.

—Vale, voy.- responde.

¡TOMA!.- pienso cuando me dice que nos va a acompañar.

¿Veis?, esto es lo que digo, me emociono cuando sé que vamos a estar juntos. Y no es normal, hace dos semanas la odiaba, ahora me siento mínimamente atraído por ella.

—Voy al baño a cambiarme.- se levanta.

Asiento.
Yo no tengo que irme al baño, simplemente tengo que cambiarme la camiseta.
Elijo una negra de Nike y cuando ya me he quitado la camiseta que llevaba para ponerme la otra, veo que Emily vuelve a entrar, y voy sin camiseta.

—Ay, perdona, es que tengo que coger una cosa.- dice al entrar.

—No te preocupes.- digo sonrojado.

Me pongo la camiseta rápidamente ya que me siento expuesto. Aunque sea normal que un chico vaya sin camiseta, pero no lo sé, me da un poco de vergüenza ir asi frente a ella.

Cuando ya estamos los dos listos, cogemos de la nevera una bebida energética cada uno y nos hacemos camino hasta el parque.

—¿Me dejas probar?.- me dice mirando mi Monster de sandía.

Asiento y se la doy. Le da un pequeño trago y me mira.

—Ay, me encanta, me gusta más que esta.- dice señalando la suya de mango.

—Vale, quédatela, dame a mi la de mango.- propongo.- no te preocupes.

—¿Enserio?.- pregunta. Asiento.- Gracias Ryan.

Ya hemos llegado al parque, están todos sentados en el banco de siempre.

—Ah, no sabíamos que ibas a venir con Emily.- dice John al vernos llegar.

—La he convencido, quería que viniera.- respondo sonriente.

Mis amigos se miran entre sí, porque nunca antes había dicho eso de ninguna tía. Pero ella es especial.

Estuvimos un rato hablando, hasta que nos aburrimos y decidimos hacer lo mismo pero dando vueltas por la zona.

No quiero creerme el mejor, pero me he dado cuenta que Emily está mejor cuando está conmigo. Si está sola en casa está mal, si vamos con la familia de cena, también.
Pero cuando estamos solo nosotros dos la noto muy cómoda, pero no tanto como yo. Me siento de maravilla cuando estamos juntos. Nunca me había sentido así. Y me encanta.