-Ryan-

Llevo días trabajando en la obra con Jude, nos está costando mucho, pero poco a poco le vamos pillando el truco.
No se me da muy bien actuar, en cambio, a ella sí, cosa que me da mucha envidia.
Estos días, desde la pequeña confusión de Emily con Jude, la noto un poco rara, sobretodo cuando me ve salir de clase riéndome a carcajadas con ella, pero no es lo que piensa, solo intento hacerla sonreír, ya que su padre murió en un accidente de avión y necesita apoyo.

Hoy tengo entrenamiento, llevo mucho sin ir a entrenar, desde agosto, ya casi se me había olvidado que hacía un deporte, pero quiero volver retomarlo, ya que me gustaba un montón. Asique hace un par de días escribí a mi entrenador y le dije que quería volver al equipo.

Yo: Hola Trainer, ¿qué tal todo?, una cosita, hace más de dos meses que no juego, pero me gustaría volver, ¿podría ser?
15.38

Entrenador: ¡Hombre, Ryan!, que alegría hablar contigo de vuelta. Si, claro, yo encantado, ya sabes que eras y eres el mejor del equipo, ¿te viene bien el sábado a las 11.00?
16.12

Yo: Perfecto, ahí estaré, gracias.
16.15

Yo: Ah, otra cosita, el uniforme del equipo, ¿es el mismo de la temporada pasada?
16.26

Entrenador: Ah, si, perdona. No, no es lo mismo, dime tu talla y si quieres puedes pasarte esta tarde por el club a recogerlo.
16.32

Yo: Vale, me paso a las 17.30, mi talla es una L.
16.33

Entrenador: 👍👍
16.40

Nuevo plan de hoy, ir al club a por mi nuevo uniforme, pero antes, voy a pasar por casa para contárselo a mi padre, y a preguntarle a Emily si me quiere acompañar.

Cuando llego, abro la puerta de la entrada, veo a Em subir las escaleras con prisa. Va tan rápido que no me da tiempo ni a decirle nada. Hoy no ha venido al instituto, dijo que se encontraba mal.
Cuando cierro la puerta detrás mía, voy directo al salón, que es donde supongo que estará mi padre, ya que si no está en el trabajo, suele estar tumbado en el salón viendo una película.

—Hola.- saludo al llegar al salón.

Ahí están mi padre y Sophia.
Prefiero hablar solo con mi padre, aunque no es nada íntimo, pero no sé, prefiero hablar sin que esté ella en medio.

—Hola Ryan.- me saludan sin mucha alegría.

—¿Puedes venir un momento papá?, tengo que contarte algo.- le pido.

—¿No puedes decirlo aquí?.- pregunta.

—Si, pero prefiero que vengas.

Pone los ojos en blanco, coge el mando de la tele, pone lo que quiera que estén viendo en pausa, se levanta y me sigue hasta la cocina.

—¿Qué pasa ahora?.- pregunta, sin interés.

—¿Te acuerdas de que yo jugaba al baloncesto, no?.- le recuerdo.

—Claro hijo, eras el mejor, no entiendo porque lo dejastes.

—Pues de eso te quería hablar, he hablado con mi entrenador y le he dicho que quiero volver al equipo, este sábado tengo mi primer entrenamiento.- le cuento.

—Muy bien Ryan, por fin tomas una buena decisión.

—Ya, bueno, y eso, ahora voy a por el nuevo uniforme.

—Bien, pues hazlo.- responde.- ¿Y me tenía que levantar del sofá y venir hasta aquí solo para esto?, que haber, yo me alegro por ti Ryan, pero me lo podrías haber contado frente a Soph, no es para tanto.

¿Me odias o me besas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora