Michelle se apretaba contra mi cuerpo mientras la llevaba a la habitación de Audrey, a ella le había prometido que conocería a Michie antes de que se fuera y sus días en el lugar estaban contados, pronto le darían el alta.
Entré en la habitación para encontrarme con Alex y Audrey, él estaba sentado en el sillón junto a la cama, con las yemas de sus dedos juntas y mirando a Audrey, quien estaba sentada en el borde de la cama. Alex, al vernos llegar, esbozó una amplia sonrisa que no pudo resistir.
—Oh por Dios, trajiste a Michelle. Por fin tengo el gusto de conocerla — exclamó Audrey emocionada al vernos entrar.
—Te prometí que la traería — le dije sonriente.
Michelle estaba cada vez más pesada, ya podía comer papillas y comenzaba a tener un avance en su desarrollo psicomotor pues ya podía sostener su cabeza y comenzaba a vocalizar. Se estaba volviendo una bebé grande.
—Casi no me han dejado cargar a Elijah y estoy tan desesperada por sostener a mi bebé, ¿puedo cargarla?
—Sí, sólo recuéstate. Ella esta pesada y tu aún estas débil — Audrey me obedeció y después coloqué a Michie entre sus brazos.
—Hola preciosura, ¿cómo estás? — dijo Audrey con voz graciosa.
—Es increíble cómo nos idiotizamos por los bebés, ¿no? — comentó Alex riendo entre dientes.
Audrey frunció el ceño en dirección a Alex pero después también se rio.
—De hecho — murmuré.
—Insisto, deberías quedártela Amy. Ella es tan encantadora. Elijah y ella podrían ser grandes amigos — dijo la chica mientras mecía a la bebé y tomaba sus manitas.
—¿Creen que sigamos viéndonos después de que abandones el hospital? — pregunté, más sorprendida que curiosa.
—Por supuesto — respondió Audrey — De hecho, Alex y yo queríamos pedirte algo.
—Aún no está decidido — se apresuró a decir Alex.
—Pero si ella es perfecta, es nuestra amiga y nos apoyó en todo este tiempo — repuso Audrey de inmediato.
—¿De qué hablan?
—Queremos que seas la madrina de Elijah — anunció Audrey.
Abrí la boca con sorpresa, mi mirada iba de Audrey a Alex, no podía creer que me estuviera pidiendo eso, era demasiado. Aun no podía entender como Audrey se había apegado tanto a mí. Pedirme eso era su grado máximo de agradecimiento.
—No podría hacer eso, Audrey. Seguramente alguien de tu familia lo merece más que yo — dije balbuceando, queriendo rechazar la petición sin sonar maleducada.
Alex también estaba incrédulo, pues quería decir algo pero cerraba la boca antes de decirlo.
—Pero nosotros, queremos que seas tú. ¿Verdad, Alex?
—No creo que... — quiso decir pero fue interrumpido por Audrey.
—Además, nuestra familia tomará un lugar en la corte de honor de la boda, no te preocupes por ellos.
—¿Van a casarse? — ladeé mi cabeza y le eché una mirada a Alex, quien negaba con la cabeza.
—Aún estamos en planes, pero sí queremos casarnos. Hacer lo correcto para formar nuestra familia — confirmó ella.
No sé porque la mención de una boda me dolió. Alex tenía que decir la verdad antes de que todo se le saliera de las manos, si no era rápido iba a haber daños mucho mayores. Y yo ya no quería estar con incertidumbre por saber cuándo podíamos estar juntos y ser libres.
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Little bit of medicine, little bit of love. [Disponible en Físico]
ChickLitAmy Miller, es una doctora interna en el Hospital San Martín de Londres que suele ser muy amable con sus pacientes a tal punto de crear conexiones especiales con ellos. No lo hace a propósito, ella sólo quiere ayudar, pero nunca tomó en cuenta las a...