Little bit of medicine, little bit of love. [Disponible en Físico]

Capítulo 54

Ansiosa por ver el lugar me pegué al vidrio de la camioneta con los ojos bien abiertos, a lo lejos pude divisar las luces de cientos de colores en un mismo punto, estábamos tan cerca. Pero entonces otra cosa captó mi atención.

Delante de nosotros estaba el hotel, alzándose gloriosamente como un enorme palacio que reducía a nada lo que antes yo consideraba un hotel. Era magnífico, grandioso, enorme. Las ventanas de un color dorado relucían tanto que era imposible dejar de mirarlas, era como si estuvieran bañadas en oro. El edificio era sólo una edificación que se ramificaba, formando una gran "Y". Mis ojos estaban desorbitados por la construcción tan impresionante que tenía delante de mí.

La camioneta se estacionó justo afuera del vestíbulo del hotel y fue ahí dónde nos bajamos.

-Bienvenidos al hotel Mandalay Bay - dijo un trabajador al recibirnos y comenzar a tomar nuestras pertenencias -Por favor, sigan a mi compañero que los llevará a la recepción para su registro.

Un chico rubio con el uniforme del hotel nos hice una seña para que lo siguiéramos, todos fuimos detrás de él en cuanto se encaminó hacia la recepción.

Los pisos de mármol relucían, había gigantes lámparas colgadas del techo y los pilares grandes y cuadrados adornaban el vestíbulo. Era como un palacio. Caminaba con los ojos desorbitados, impresionada por tanta belleza y elegancia que desbordaba el lugar.

Una señorita en la recepción comenzó a atendernos. Para que nuestros carnets fueran válidos en el hotel debíamos haberlo comprarlo agregando una evidencia de que eras médico, estudiante o una persona relacionada al campo de la salud. Yo me encargué de los carnets de Alex, Kya y Michael, mientras que Grace se encargó de el de Erick, y Nathan del de Gemma. Mia había adquirido los carnets de ella y Dan.

Pronto nos dieron nuestras llaves para nuestras habitaciones y nos encaminaron a los ascensores. Estaba nerviosa por perderme en ese inmenso lugar. Antes de subirnos tuvimos una reunión para los planes de esta noche.

-No estamos cansados en absoluto, en estos momentos es de día en Londres - dijo Erick - Hay que hacer algo.

-Obviamente tenemos que hacer algo, es la ciudad que nunca duerme y no vine a Las Vegas para encerrarme en un cuarto de hotel - dijo Mia cruzándose de brazos.

-Pero las actividades no empiezan hasta mañana - repuso Nathan.

Miraba a todos y los podía notar con su energía al tope, pero yo estaba cansada. Llevaba ya una semana en el continente Americano y ya no había rastros del Jet Lag. Pero de igual manera no quería encerrarme en la habitación.

-¿Saben qué? Suban, instálense y pónganse algo bonito. Esta noche salimos y todo va por mi cuenta - dijo Alex sonriéndonos a todos.

Lo miré con los ojos abiertos sin poder creerlo. Me acerqué a él para abrazar su brazo, él paso su mano por mi cintura y me dio un rápido beso en la frente.

-Me gusta cómo se oye eso - dijo Nathan sonriente.

-¿En serio no es molestia? - preguntó Michael que tampoco podía creerlo.

-Para nada, quiero hacerlo. Se merecen una noche llena de diversión - Alex miró a todos expectante.

-¿Entonces? - preguntó Mia tratando de disimular su emoción sin tener éxito.

-Nos vemos aquí en cuarenta minutos yo sólo necesito unos momentos para arreglarlo todo - dijo Alex.

Todos comenzaron a moverse en dirección al ascensor y mientras ellos se dispersaban me quedé mirando a Alex, aun sin poder creer lo que iba a hacer por nosotros.