Apenas entré en los vestidores y tres pares de ojos se posaron en mí atentamente. Me miraron de arriba abajo y la primera en reírse fue Mia. Puse los ojos en blanco pero no pude evitar reírme, podría decirse que ya me lo esperaba.
—Llevas lo mismo que anoche — dijo mi amiga señalándome, sin parar de reír.
Me encogí de hombros.
—No me dio tiempo de ir por otra cosa a mi departamento — mascullé.
—¡¿Qué estarías haciendo?! — exclamó Nathan con una carcajada.
—Chicos, no sean tan molestos — los regañó Grace, quien fue la única que se acercó a saludarme con un beso en la mejilla.
Mia y Nathan hicieron muecas.
—Gracias Grace, pero no me molesta, estoy de buen humor — dije y miré a Mia levantando mis cejas repetidamente.
Ella soltó una carcajada y fue a abrazarme.
—¡Lo sabía! — exclamó alegremente — ¿Cómo estuvo todo? — preguntó con emoción.
De nuevo las miradas se posaron en mí, la sala se quedó en silencio, sólo esperaban mi respuesta. Me humedecí los labios, suspiré y sonreí.
—Fue… perfecto…
Ambas chicas soltaron un grito, que se parecía más a un aullido o un grito de guerra; luego ambas me abrazaron.
—Define perfecto — dijo Grace, ahora muy interesada.
—Espera… ¿Cómo es que lo sabes?— pregunté mirándola con los ojos entrecerrados.
Entonces la castaña apunto a los mis dos amigos.
—Debí imaginarlo.
—Entre los cuatro no hay secretos — dijo Mia sonriente.
Nathan y yo nos miramos por un milisegundo, había un secreto que ellas no sabían; luego volvimos la atención a nuestras amigas.
—Sí, así que ahora cuenta — pidió Grace.
Tomé una bocanada de aire y luego volví a sonreír.
—Alex me dejo… encantada, maravillada… simplemente… nunca pensé que el sexo pudiera ser tan perfecto — expliqué mientras sentía que mis mejillas se encendían — tal vez porque no fue sexo casual, fue más allá de eso — de nuevo se me dibujó esa sonrisa estúpida en el rostro, como la de esa mañana — la forma como me hizo sentir… no se compara a nada de lo que viví antes — solté una risita y negué con la cabeza mirando el suelo, luego me mordí el labio inferior — resumiéndolo, fue totalmente increíble.
—¡Hermosa! Tus ojos brillan de amor — dijo Grace acunando mi rostro con sus manos y masajeando mis mejillas.
Me reí.
—Y eso que tuve que escuchar muchos “no me gusta” y “nunca va a pasar nada entre nosotros”; mírate ahora, completamente enamorada de Alexander Dempsie — dijo Steff sin quitar su sonrisa.
Me alegraba que se pusieran felices por mí, eso era lo que más me gustaba de nuestro grupo de amistad, compartíamos las alegrías.
—Quien diría —dije en un suspiro —Bueno ya, suficiente. No voy a revelar más detalles.
—Aww, quería detalles sucios — se quejó Grace.
—¡Grace! — gritamos Mia y yo al unísono, sorprendidas por ese comentario.
—¡Pervertida! — la acusó Nathan.
—Es broma — dijo Grace riéndose con ganas.
Puse los ojos en blanco.
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Little bit of medicine, little bit of love. [Disponible en Físico]
ChickLitAmy Miller, es una doctora interna en el Hospital San Martín de Londres que suele ser muy amable con sus pacientes a tal punto de crear conexiones especiales con ellos. No lo hace a propósito, ella sólo quiere ayudar, pero nunca tomó en cuenta las a...