Little bit of medicine, little bit of love. [Disponible en Físico]

Capítulo 19 { Parte I }

El tiempo pasaba. Audrey seguía en la misma situación, nada había cambiado y la impaciencia crecía. Podía entender la preocupación y la impotencia de sus familiares, pero nadie podía hacer nada.

Mientras que para los familiares de Audrey el tiempo pasaba muy lentamente, a mí me ocurría todo lo contario. Las semanas se me pasaban más rápido de lo que pensaba, cuando menos lo creía el mes de abril estaba por acabarse. Había momentos en los que quería parar el tiempo, que el mundo se detuviera un momento para así disfrutar con más calma las cosas que me estaba sucediendo.

En el hospital hubo mucho más que hacer, todo el día estaba ocupada y las guardias se hicieron mucho más pesadas porque no me daban tiempo de descansar ni un segundo. Aunque eso no me detuvo para pasar tiempo con Alex ya que encontramos la manera de estar juntos.

Como ya me había dicho antes él tuvo que alejarse del hospital, pero cuando podía iba a visitar a Audrey, y claro, a hacerme compañía. Los días que no podía ir a visitarme o no podía quedarse mucho tiempo a mi lado, planeábamos cenar o comer juntos. Algunas veces me llevaba la cena, salíamos a comer, y en otras ocasiones pasaba por mí para llevarme a casa y preparaba la comida él mismo. Eran gestos muy lindos que yo no sabía cómo pagárselos. Cuando se lo comenté me dijo que no necesitaba que se lo pagara, que era suficiente con mis besos y cariños. Bueno, si lo ponía así no podía quejarme.

Todas estas acciones parecían las de una pareja con una relación muy estable y agradable, pero ese no era el caso de nosotros. No éramos una pareja que se consideraba "real" con toda la extensión de la palabra, tenía que tenerlo en cuenta. No existía un compromiso, aunque nuestras expresiones de cariño dijeran otra cosa.

Debía admitir que mis sentimientos por él iban creciendo cada día con día. En todo ese tiempo Alex y yo nos dedicamos a conocernos mucho mejor. Cuando teníamos la oportunidad hablábamos por largos ratos, contándonos cosas, platicando experiencias. Conversaciones que comenzaban en un tema y terminaban en uno completamente diferente. Nuestro lazo de confianza se estaba fortaleciendo. De mi parte yo sentía que podía confiar en él y estaba segura que Alex sentía lo mismo conmigo.

Aunque ninguno de los dos lo mencionara sabía que todo eso lo estábamos tomando con calma, sin prisas, descubriendo cosas de cada uno poco a poco y era así porque queríamos que la relación funcionara a pesar de todo. Si desde un principio las cosas hubieran sido diferentes, donde el deseo hubiera ganado por sobre los buenos sentimientos, el cariño y la confianza, la relación hubiera estado basada solo en eso, en el deseo.

Era extraño no haberme acostado con Alex ya, mis ganas de él estaban presentes, no podía negarlo. Sin embargo, me gustaba que la relación no se tratara solamente de sexo. De esa forma se demostraba que Alex no solo me quería para revolcarse conmigo mientras la situación de Audrey pasaba, sino que quería estar conmigo de verdad.

Lo bueno se hace esperar y estaba dispuesta a esperar a que se dieran las cosas. Sí, eso, simplemente se daría en el momento indicado. Guiados por el cariño que nos tenemos, o el amor, y no solamente por la calentura.

La compañía de Alex dentro y fuera del hospital me hacía sentir bien. No es que me sintiera sola o que pensara que no tenía a nadie con quien compartir mi vida, ya que tenía a mis padres, a Rich, y claro a mis amigos, pero tener a alguien que te demuestre un cariño especial y diferente, se sentía bien.

Toda esta situación de Alex y yo juntos, compartiendo momentos y disfrutando el uno del otro, estaba yendo tan bien que me preocupaba. No quería sonar fatalista pero sí me sentía preocupada. Cuando las cosas van bien o crees que van bien, siempre algo sucede, algo que quiebra esa burbuja de felicidad y de amor. Esa calma, esa paz, me daba miedo.