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Llego el día en el que Lionel vendría a mi casa y muerto de miedo prepare todo para que la pasemos increíble, con las valijas hechas y un par de boludeces para comer me aliste para recibir a mí amigo, estaba muy nervioso porque era la primera vez en que pasaba un Finde con amigos pero esto era mucho más especial porque no era solo un amigo, era MI amigo Lionel, la persona que más se ganó mi confianza. Cuando Lío llego mi familia lo recibió bien, pero cuando empezaron a invadirlo con preguntas estúpidas me lo lleve a mi habitación con la excusa de empezar a cargar en el auto las valijas.

- ¿Ya tenés todo Lio?

- Si, ¿Sabes jugar a las cartas?

- A la loba, el truco intente pero casi nunca puedo jugarlo bien - Tomé un buzo de la selección Argentina y me lo puse terminando de prepararme, era de noche y aunque no nos íbamos ya, prefería dejar todo listo para en la madrugada no esforzarnos lo suficiente - Listo, ya está todo, no llevo pelota porque mi primo lleva así que tranqui.

- Che, ¿Estás seguro de que querés llevarme al viaje? Porque va toda tu familia y... No quiero quedar mal

- ¿Cómo vas a decir eso? Literalmente organizamos esto para mí, porque después n-.

Me callé y me putee por dentro, no quería hablar de mi futuro y de River, no quería que suceda la misma conversación que tuve con mis papás, con Lío sería distinto.

- ¿Después que Pablito?

- Es que todos dicen que yo voy a estar ocupado cuando vaya a River, que no voy a tener tiempo pero para mí no es verdad, para mí va a ser todo igual. ¿O no Lío? ¿O no que va a seguir todo igual?

- Pero sí, olvidate, si era eso quedate tranqui, o sea a vos no te va a pasar como a esos que se le sube la fama a la cabeza y se olvidan del barrio, por favor disfrutemos y cortala con esto porque no es ni despedida ni que mierda.

- Gracias. - Me acerque a Abrazarlo un rato hasta que escuche a mi vieja gritar que ya estaba la comida. - Vamos a comer dale.

Mi mamá había hecho milanesas con papas fritas y sentí que me estaba mimando de alguna forma, sabía que ella estaba preocupada por todo lo del fútbol pero yo realmente siento que jamás voy a alejarme de ellos para mal, nunca me iría y los dejaría así... O sea son mi familia, y es Lio.

- Bueno Lionel, ¿Estás preparado para ir al campo? Es un lugar muy hermoso, Pablito tenía muchas ganas de invitarte.

- Estoy muy emocionado por ir, muchas gracias por invitarme a los tres, la verdad que su hijo es un amigo muy valioso para mí, desde que me mudé nunca fui así de juntarme con gente y eso.

- Espero que te guste el asado nene, y el fútbol, porque en el campo nos volvemos más Argentinos que nunca - sentí a mi papá más feliz, nunca hablaba, nisiquiera con Román, pero con Lionel era distinto, naturalmente le caía bien - ¿No e' cierto Payito?

- ¿Payito? - Vi los ojos de Lionel iluminarse con mi apodo y morí de vergüenza, sentí que me iba a molestar con eso todo el viaje y quise morir - ¿Porque le dicen así?

- Es un apodo de cuando era pibito, lo vestimos así de gauchito, de Payo, y a mí me dicen Payo también así que salió natural.

- Me encanta que ternura ¿Habrán fotos del mini Payito?

- Estás de suerte querido porque hoy las encontré - Mí mamá se levantó buscando un álbum de fotos y dejándolo sobre la mesa - Levanto los platos y las vemos. - Y así fue, los tres se reían de mis vestimentas chistosas y cuando nos fuimos a dormir Lionel no paraba de llamarme con aquel apodo que nadie conocía a menos que seas familia.

- Bueno Payito, a dormir que mañana hay que madrugar

- Me decís así una vez más y te tiro en la ruta

- Ay pero si sos solamente un Gauchito bonito y dulce - Tomo mis mejillas con ambas manos apretujandolas y me ruborise en un segundo - Buenas Noches Payito

- Dios mio, buenas noches Lionel.

Cartas - Scaimar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora