07

61 10 0
                                    

Mí vida era cada vez más monotona, más aburrida y casi deprimente si no fuera por dos cosas, Pablo y "El Ratón" así lo llamábamos todos en la clase, el es un pibe que nunca había notado pero cuando nos pusieron a hacer un trabajo de Literatura juntos empezamos a charlar y darnos cuenta de que podríamos ser amigos tranquilamente, obvio le pregunté por Pablo y me dijo que le caía bien, que solía ser un chico amigable con todos y muy energético, pero que le daba lástima que siempre se juntara con Walter y Román porque eran dos boludos, que Pablo nunca se dio cuenta de las veces que Riquelme sacaba su otro lado, su lado pelotudo, baboso, forro, su lado no amigable, a pesar de que no era igual a Walter tampoco era igual a Pablo, que el no se merecía terminar así, se merecía ser amigo de todos los pibes y ya, pero el se encerraba y tenía la mirada sobre Román solamente. "los demás odian a Pablito, creo que también por eso se fue, pero yo no, yo lo entiendo". Fuera del tema Pablo Aimar también nos llevábamos bien por otras cosas, nos gustaba el fútbol y la misma música.

Después de terminar la última clase me fui en bici con el ratón, hablando de boludeces y aunque el quiso esperar a que yo entrara le dije que siguiera porque estaba esperando a mi mamá, mentía, no quería que viera si habían cartas de Pablo, no por vergüenza, más bien porque era algo de nosotros y aunque sabía que él no se iba a entrometer yo quiero abrir las cartas en paz y contestarle tranquilo sin opiniones o miradas externas.

"Querido Pablo: mí vida va todo bien dentro de todo, ahora me junto con Ayala, no se si lo conoces, es un pibe medio timidon pero piola me cae bien, después la familia todo bien y aburrido, nada más que eso literalmente sos mi entretenimiento en el buen sentido, disfruto mucho las cartas, si tenés algún lugar para recomendarme a ir estaría súper agradecido.

Yo no creo que estés mal, ya te dije que no te voy a juzgar nunca, está bien que sepas lo que te gusta, yo no tengo las cosas muy claras, pero tampoco me importa mucho, hay que enamorarse de quién queramos sin fijarnos en su género, los otros son unos boludos si se alejaron de vos por eso y no te sientas mal por lo que te dijo Walter, ya sabemos que el es un pelotudo sin cura, la verdad yo no buscaría a Román si me hiciera eso, pero al mismo tiempo entiendo tu confusión y tu dolor entonces hace lo que te parezca y ojalá encuentres a Román para aclarar todo esto. ¿Cómo andas en Buenos Aires, te gusta?.

Con cariño,
Lionel."

Cartas - Scaimar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora