Lo último que supe de mí en el mundo real fue que me dormí mientras los chicos se iban a pelear con los demás, estoy en un lugar oscuro, en el piso lleno de agua, mi cuerpo no duele. Al parecer aquí no existe dolor. Mire mi abdomen y no estaba ese hueco que me había dejado mi padre, no tenía cicatrices. Mi cuerpo estaba completamente limpio. • • —Yuki...ven... Escuchaba un eco llamándome, reconocía esa voz. —Kazuki?... —Si..ven aquí.. Si sentí como mi corazón empezó a latir rápido, empecé a correr por todo el lugar buscando alguna sombra o al mismo Kazuki. Me resbalé y me caí, el golpe no dolió. —Yuki... Vi unos pies junto a mi, al levantar la vista, vi a Kazuki, al instante me tiré encima de él y lo abracé. —KAZUKI!! Sentí su risa, una que extrañaba demasiado. —No te vallas..por favor.. —Yuki.. Me levantó la vista y pude ver su rostro, esos ojos que tanto me gustan, esos labios encantadores que siempre e querido besar, esa mirada reconfortante que me hace olvidar todo mi horrible pasado. Sentía su suave mano en mi mejilla. No aguante más y rompí en llanto, sabía que esto no era real. Sabía que él no iba a volver. —Kazuki... Tome su mano, se sentía demasiado real. —Yuki, puede que esto no sea real, quizás yo no esté aquí en carne y hueso, pero disfruta este momento. Tiene razón, por algo estoy aquí. —Tengo algo que decirte.. —Dime, linda. Me sonroje al escuchar ese apodo, era ahora o nunca. Tome sus manos y lo mire a la cara. —Kazuki, desde el momento en que te vi supe que eras especial. Eres la luz que ilumina mis días, el motivo de mi sonrisa, mi motivo para levantarme cada mañana con alegría. Tu amor me llena de felicidad y me hace sentir completa. Tu ternura, tu sonrisa, tu manera de ser tan especial y único, me enamoran cada día más. Cada gesto tuyo, cada palabra, me hace sentir como si estuviera en un sueño del que no quiero despertar. Eres mi mayor inspiración, mi apoyo incondicional, mi amor eterno. No hay palabras suficientes para expresar lo que siento por ti, solo sé que te amo con toda mi alma, con todo mi ser. Eres mi todo, mi razón de vivir, mi razón de ser feliz. Te prometo amarte y cuidarte por siempre, estar a tu lado en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad. Kazuki, eres mi razón de ser, mi vida entera. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar, y nunca dejaré de hacerlo. Eres el amor de mi vida, mi niño especial, mi tesoro más preciado. Te amo con todo mi corazón, y siempre lo haré. Te amo Kazuki, ahora y por siempre!. No supe bien que dije y que me faltó decir, solo deje salir todo lo que tanto quería decirle. Al verlo, su cara estaba roja, faltaba el toque final. Me acerqué a su rostro, y después de mucha espera, bese sus labios. • • • No quería separarme, estaba muy aferrada a Kazuki, su olor se impregnaba en mi nariz, su cuerpo junto al mío. Nuestros labios tocándose, nuestras salivas mezclándose mientras nuestras manos están entrelazadas. Esto es un sueño, es un sueño en el cual no quiero despertar. Después de unos minutos, tomó mi hombro y nos dimos un poco de distancia. —Hasta que por fin lo dices..Yuki —Kazuki..quiero quedarme aquí..contigo.. —No puedes Yuki, tienes a más personas allí afuera que te aprecian y quieren estar contigo. —Pero yo no quiero, yo quiero estar contigo y con nadie más, mi padre estará mejor si yo no estoy.. —Y tus amigos? —Ellos... —Ellos te quieren, Yuki, ellos se pondrían mal si tu ya no estás. —Y que hay de mi?..yo estoy mal si tú no estás.. —Eso es algo diferente..Yuki.. —No!, es lo mismo.. —Yuki por favor..no hagas esto más difícil.. Voltee mi mirada hacia el, sabía que todo esto era mentira pero..no quería que lo fuera.. —Kazu, yo quiero estar contigo y con nadie- Me callo con un suave beso en los labios. —Piensa en Kirishima, o en Mina, ellos son los más importantes para ti, no?.. —Así es.. —Sigue luchando por ellos, Yuki, yo te estaré viendo desde aquí, siempre te voy a cuidar. Empecé a llorar, no quería irme, quería estar con él, no quería volver..no..a esa realidad no. • • • Al cabo de unos minutos de estar llorando en sus brazos, en algunos momentos me dedicaba a besarlo, hubo un momento en silencio, pero no era incómodo, era reconfortante. —Y Yuiki? —Está bien..creo. —Haz sabido algo de Vudú? —No quiere ni verme. —Ya me imagino porque.. —Está bien, tranquilo. Nos quedamos viendo a los ojos, por un minuto sentí que el brillo de ellos volvió a ser el mismo, nos sonreímos del uno al otro. Lo amaba, eso es lo único que sabía, solo quería que fuera él el dueño de mi vida. —Tu tiempo se está acabado, Yuki. Sentí un nudo en la garganta. —Supongo.. El puso su mano en mi mejilla. —Te amo, Kazuki. —Y yo a ti, Yuki, cuídate. —Tu también. Nos dimos un último beso, y cuando volví a abrir los ojos, él ya no estaba. Me quede viendo el lugar, estaba completamente solitario, solo estaba yo, el piso lleno de agua, y mi corazón en el fondo de todo esto.
Continuará...
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