— Dame un poco más.
Y realmente soltó aquello sin saber a que se refería, si al beso o al cigarro... necesitaba distraer su mente de una buena vez. No le importaba, cualquier cosa serviría.
YoonGi le veía a los ojos, no sabe en qué momento pasó pero... esos ojos le parecían tan hermosos y simplemente se perdía en ellos y acortó nuevamente la distancia presionando sus labios en los otros, marcando un ritmo fuerte, preciso, arrastrando la suave piel con aquel movimiento. Los chasquidos rompieron el silencio y el gemido de JiMin les acompañó, aprovechando el acto tan morboso para meter su lengua dentro, mezclando sus salivas y se sintió tan bien.
Las manos de JiMin fueron al cuello del mayor tratando de seguirle el beso, luchando con la lengua del otro, y hace mucho que no le besaban de esa manera tan salvaje, trataba de mantener su respiración controlada pero era imposible. Su estómago punzó de una manera tan exquisita que sus dedos se cerraron en la cabellera del pálido... su piel se erizo cuando sintió los dedos fríos de YoonGi adentrarse en su camiseta y acariciar su costilla izquierda, trayendolo a la realidad.
Donde él tiene pareja y la persona en frente es su hijo... ¿pero que mier-...
Su cuerpo se echó hacia atrás mirando al otro en una especie de shock, con la respiración acelerada y los labios palpitandole... cuando YoonGi intentó nuevamente acercarse, él solo atinó a sentarse de inmediato en el sofá, cubriendo sus labios.
— ¿Que ocurre? — se relamio la humedad en sus labios mirándole sin entender por qué la actitud — ¿JiMin?.
Pero este solo se puso de pie con las piernas temblandole, él debería de estar en su habitación esperando a su pareja y no aquí... no haciendo esto.
Con ese pensamiento observó al pálido aún de cuclillas cerca del sofá — T-te dije que no volvieras a besarme — arrugó las cejas — te lo dije YoonGi.
El pálido se puso de pie en frente — También me dijiste hace un momento que te diera un poco más ¿y no te referías al beso?... — subió su mano y la ajusto con suavidad en la nuca del menor y le acercó — ¿no te gustó?.
El corazón de JiMin se apresuró al escuchar aquello y se removió — Sueltame... yo no-...
— Uhm bien — metió las manos a sus bolsillos —... entonces terminemos la pintura — ofreció, aunque mierda, él quería seguir besando esos labios.
Negó — No ahora... — se dio la vuelta y salió del estudio casi corriendo.
YoonGi tomó asiento en el sofá sin tratar siquiera de detenerlo y observó el cigarro que había caído al suelo convirtiéndose ya en cenizas, mordió un poco su labio sonriendo, soltando un suspiro y recostandose completamente — La próxima vez me rogaras por seguir... porque estoy seguro de que habrá una próxima vez JiMin.
《♧》
TaeHyung ajustó la mochila en su hombro mientras regresaba a su casa caminando. El auto se había quedado accidentado de camino y no tenía tiempo para esperar la reparación por lo que llamó a su mecánico y este se llevó el coche... le gustaba caminar, sobre todo en esos días donde sentía que sus pensamientos acabarían con él... no entendía por qué la vida se había tornado tan gris, ¿por qué si él se esforzaba por ser una buena persona? Así como nana le enseño, pero es que desde que nana se fue todo se vino abajo... se quedó solo y sin nadie que le abrazara y escuchara llorar cuando se sintiera que la vida no valía la pena, a veces quería ser como sus amigos, a quienes parecía no importarles la felicidad pues ese vacío lo llenaba el dinero... pero no podía, no cuando nana le mostró la importancia de una compañía.
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En Los Brazos Equivocados / Yoonmin
RomanceJiMin quiere salir de su pobreza de la manera equivocada y más fácil que se le pudo ocurrir... y es seducir a su profesor el cual cabe recalcar que es mucho mayor que él, y más poderoso de lo que imagina. Pero a JiMin eso no le importa, no cuando el...