Capitulo 21 «Piscina».

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TaeHyung abrió la puerta de su casa muy cansado, habían perdido el simulacro y sabía lo que pasaría cuando su padre se enterará... No entendía por qué aún no se iban de viaje, ya había pasado una semana completa y para ser sincero ya se había acostumbrado a estar solo, sin ellos.

Se dispuso a subir las escaleras pero se detuvo cuando escuchó aquellos pasos

— ¿Así piensas ser el mejor abogado de Corea? — le dijo tan seco y con algo de molestia —. Perdiste un estúpido simulacro, ¿acaso no sabes hacer nada bien?.

Tae resopló cerrando sus ojos antes de darse la vuelta para mirar a su padre — Hola...

— ¿Cuando aprenderás que tienes que ser el mejor?.

— Ni siquiera sabes que me estoy esforzan-...

— ¡Estás fracasando! — le señaló —... pero eso se acabó Kim TaeHyung, no puedo permitir que mi único heredero haga las cosas mal — se dió la vuelta caminando — sígueme.

La mano de Tae apretó la correa de su bolso... se sentía tan cansado ¿Que nadie lo entendía?, ya no tenía ánimos para nada, ni siquiera para encerrarse con su padre y que éste comenzará a gritarle en su cara lo inútil que es, porque sabía que era lo que venía y su padre no se daba cuenta de cuánto dolían esas palabras.

Que le cortaban la vida...

— ¡Ahora mismo! — volvió a llamarlo.

El castaño bajó los escalones y le siguió al estudió con la cabeza gacha... Cerrando la puerta cuando pisó dentro.

«∆»

JiMin entró a las instalaciones regañandose mentalmente... Porque estuvo a punto de entrar está mañana a la habitación de YoonGi y eso no podía ser, pero es que ese estúpido no sale de su cabeza desde ayer, y quería sentirlo, mierda, quería volver a hacerlo con él, porque no pudo evitar recordar el sexo con el pálido cuando se vio al espejo y unas marcas dibujaban su cuello y clavícula. Sabía perfectamente que cuando HyungSoo regresara todo llegaría a su fin.

Pero no pudo hacerlo...

Simple, se le hizo tarde, todo estuvo en contra incluso las horas que pasaron tan rápido... Se tardó en cubrir los chupetones y encontrar un suéter cuello alto.

— JiMin...

Al escuchar esa voz levantó la cabeza y abrió los ojos, sin poder evitar correr de prisa hasta él — ¡SeokJin!...

Y lo abrazó fuerte para luego inspeccionarlo de arriba hacia abajo.

— ¿No te hicieron nada esos miserables?.

El pelimorado sonrió negando — Eres un dramático... no me pasó nada, gracias a mi gorila que nunca hace caso — se volteó a mirar al guardaespaldas, sintiendose aún mal por el vendaje que cubria la nuca del mayor.

JiMin lo notó por lo que abrió los labios — Pobre JungKook... ¿estás bien?.

El pelinegro asintió — Estoy muy bien — soltó tan serio.

— Me asusté mucho Jin — comenzaron a caminar — me arrepiento de haberte maldecido cuando no llegabas.

El pelimorado le observó de inmediato levantando una ceja — ¿Que?.

En Los Brazos Equivocados / Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora