Capitulo 30 «Flores».

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JungKook seguía en guardia durante la noche, no le quedaba de otra porque de unos días para acá ya no dormía solo... El espacio en el colchón no era muy grande y al parecer eso al joven no le importaba, por más que buscó motivos para hacerle entender que dormir juntos no era correcto, SeokJin le ignoró completamente.

No podía dormír.

Había flexionado su rodilla al frente, intentando moverse un poco.

Mala idea.

Giró su cabeza para intentar verle -después de todo, la luna le daba un poco de visión a la habitación- cuando lo notó moverse. No sé había dado cuenta de donde había localizado su pierna específicamente. Pero cuando sintió el movimiento contrario, lo supo.

Y lo escuchó gemir sosteniéndose con fuerza de su pecho.

Los movimientos eran lentos pero fuertes, rozándose... su aliento caliente le golpeó el rostro.

Tenía que detenerlo.

Pero de repente aquel se detuvo.

- ¿Que está haciendo, joven? - le susurró.

SeokJin se mordió el labio con fuerza, su rostro se calentó tanto y sintió unas gotas de sudor en su frente «Mierda, mierda, mierda» ¿Por qué la voz de su guardaespaldas se había escuchado tan atractiva?, talvez ahora estaba tan sensible que así lo sentía.

- Joven SeokJin...

No, no, no, no... Además de que sus manos estaban sosteniendo aquel pecho y entre sus dedos se sentía tan bien, tan grande.

- Gorila... - relamió sus labios.

Movió sus iris hacia abajo, aún sentía la pierna del mayor entre las suyas, no sabía si era su imaginación, pero JungKook no se apartaba.

- Me siento... muy caliente - apretó un poco más los bíceps entre sus manos, no lo pudo evitar y volvió a gemir.

Olvidando su vergüenza... si es que la había sentido.

- Jo-...

- Me gusta que seas tan fuerte... - su mente se nubló completamente, no importandole si el otro estaba de acuerdo, metió sus manos bajo la camiseta del pelinegro, todo para poder sentir mejor su pecho.

Y lo que más le sorprendió fue que el otro no estaba asustado, alterado... su corazón latía a un ritmo normal.

- Joven Kim - le sostuvo una de sus muñecas evitando que se siguiera moviendo de esa manera sobre su pecho - vuelva a dormir por favor.

- No puedo... ¿No sientes como estoy?.

Ay jodida mierda, talvez se iba a arrepentir mañana...

Pero ahora ni siquiera estaba pensando.

Definitivamente JungKook no ignoraba la erección que seguía presionada contra su pierna - Joven... - volvió a repetirle.

- JungKook... obedeceme solo hoy - volvió a apretar su labio inferior con sus dientes cuando volvió a mecerse - Ummh~

- Detengase...

No hizo caso y al contrario volvió a gemir acercando su rostro al otro - S-si quieres que pare... ¿por qué no sacas tu pierna de allí?, después de todo tu eres más fuerte.

- No puedo utilizar mi fuerza en contra de usted...

- Y sin embargo no te imaginas cómo me gustaría sentir tu fuerza ahora - se burló - suelta mi muñeca JungKook - se movió con un poco más de fuerza.

La mirada de JungKook no se movió en ningún momento de la suya y sin ningún temor la sostuvo, mientras abria un poco sus labios y su rostro solo demostraba lo que estaba sintiendo ahora.

En Los Brazos Equivocados / Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora