NamJoon se le quedó mirando al castaño frente suyo sin entender por qué su bonito rostro se veía tan destruido, tan triste, tan roto... Las veces en que lo había visto se encontraba tan sereno, sus ojos curiosos y siempre hablando.
Pero ahora era diferente.
— Joven...
— ¿P-puedes salvarlas? — sorvio su nariz y le extendió la caja — nunca debiste darmelas... yo debí de saber que no era la persona indicada — bajó la cabeza sin poder mirar al otro.
Los iris del moreno miraron dentro de la caja sorprendiendose un poco, allí estaban los lirios y ahora entendía todas esas palabras del menor, el por que estaba tan triste o talvez ese era uno de los motivos.
— Perdóname NamJoon...
El corazón de Tae se encogió mucho más cuando el otro le dio la espalda y comenzó a caminar.
— Acompáñeme joven TaeHyung... — le dijo mirando sobre su hombro.
Tae solo le obedeció sin saber la razón por la que quería que le siguiera, aún así lo hizo en silencio.
Caminó tras él con la cabeza gacha tan avergonzado... en su distracción fue cuando levantó la cabeza y el otro le abría la puerta, para su sorpresa del invernadero, por lo que entró.
— ¿Por qué estamos aquí?.
— Puedes dejar los lirios — le señalo.
Tae esperaba a que el otro le dijera lo descuidado que era o incluso que se arrepentía de darle las flores más bonitas, esas que tanto cuidó, que no las merecía aún si no le conoce... no esto, que estuviera tan tranquilo, porque era peor.
— Si... — se acercó de prisa dejando la caja en las manos del alto — me vuelvo a disculpar... entiendo si te enojas.
NamJoon negó — ¿Se cayeron?.
Este se frotó las manos y sus ojos volvieron a acuarse recordando porque hacia tanto que no lloraba que ahora sentía poder hacerlo por cualquier cosa y no le gustaba sentirse de esa manera tan vulnerable, porque él tiene que ser fuerte — M-mi madre... fue, fue un accidente — arrugó el rostro.
Nam era muy buen observador, los ojos del joven estaban tan tristes — Puedo transplantarlas directamente en el suelo.
Caminó hasta el área donde habían rosales sembrados en la fresca y húmeda tierra negra, dejando la caja y tomó las pequeñas palas para cavar.
TaeHyung sin saber que hacer se dispuso a salir del lugar, ya no podia seguir molestando al otro — Espero que... que las puedas salvar, yo-...
Hizo silencio cuando el moreno le extendió una de las pequeñas palas de mano — ¿Quiere hacerlo?.
No sabia que decir y al contrario abrió sus ojos con sorpresa.
— Espero no se ensucie.
— No lo haré — se acercó de inmediato tomando la pala y agachandose frente al otro mirándole a esos ojos rasgados y tan profundos —... pero no se como-...
— No hace falta ser un experto... — tomó la mano del menor y le mostró los movimientos para abrir la tierra — si lo hace con cariño ella lo sentirá.
Su tacto se sentía tan frío como la tierra bajo sus dedos... La verdad es que nunca antes había intentando algo como esto, sus uñas rasgando la humedad, sintiéndose tan bien bajo su tacto. NamJoon le dijo que los lirios naranjas aún estaban vivos y eso calmó un poco su corazón herido... ese tacto nuevamente se volvió a posar sobre el dorso de sus manos llevando las raíces de las flores para terminar de plantarlas.
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En Los Brazos Equivocados / Yoonmin
RomanceJiMin quiere salir de su pobreza de la manera equivocada y más fácil que se le pudo ocurrir... y es seducir a su profesor el cual cabe recalcar que es mucho mayor que él, y más poderoso de lo que imagina. Pero a JiMin eso no le importa, no cuando el...