Capítulo 14《Desnudo》.

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JiMin se despidió de HyungSoo con un fuerte abrazo y algunos besos de por medio... volviendo a prometerle que lo esperaría, aunque el menor ignoraba cuantos días el hombre estaría afuera y rogaba con el corazón que se tratara de solo unos cortos días. Porque realmente se sentiría muy solo en esa gran casa, que si bien planeaba que estuviera a su nombre tan pronto como fuera posible aun no se acostumbraba.

Movió su mano despidiéndose y sacó su teléfono del bolsillo cuando este comenzó a resonar — Hola Tae.

— Uhm lo siento JiMin... pero hoy no podré ir a acompañarte, mamá y papá tendrán una importante cena y esperan a que yo esté presente — habló con fastidio — enserio lo siento... pero en unos días podré ir.

JiMin resoplo sin saber que hacer, hoy estaría completamente solo y la ansiedad comenzó a molestarle — Esta bien Tae... ven cuando puedas.

Y guardó su teléfono observando como el sol comenzaba a ocultarse, iría a cenar y luego a ver algo en la tele que le produzca sueño para poder ir a dormir con completa tranquilidad... esperaba a que las estupidas luces se quedaran intactas. Ah mierda, ya extrañaba a HyungSoo aunque este poco se hallara en la casa.

Pero en cuanto entró a la casa fue tomado de la muñeca y guiado escaleras arriba dándose cuenta de inmediato la dirección que tomaban.

— ¿Que haces?...

— Vamos al estudio.

— ¿Ahora? — se sorprendió, no de nuevo, no quería estar a solas con él —... es muy tarde, esto puede esperar.

Ambos entraron al estudio y YoonGi cerró la puerta — Error... al arte nunca se le deja esperar.

Y es que estaba emocionado, hace mucho no se sentía asi... apresurandose en buscar todo.

JiMin lo observó con curiosidad y su mirada subió hasta las cortinas que colgaban del techo tratando de distraerse y relajarse, sintiéndose atraído por la suave tela. Estaba consciente de que él fue quien pidió ser pintado nuevamente, pero talvez se dejó llevar por la emoción.

— ¿Para que son? — las suavizó con sus dedos sintiendo la textura.

— ¿Ah? — volvió hasta el menor — Mamá las usaba para pintar personas inspiradas en las épocas romanas, ya sabes — acomodo el lienzo — dioses, emperadores y esas cosas.

Entonces el rubio se imaginó así mismo siendo abrazado por la suavidad de las cortinas, vestido de blanco... porque si YoonGi le había pintado como un angel haría un estupendo trabajo pintandolo como uno de los dioses del olimpo, y esa idea le emocionó.

— Quiero usarlas... — le dijo mirándolo a los ojos.

YoonGi frunció las cejas buscando algún signo de broma pero no encontró nada — No sabes lo que estás diciendo.

Asintió — Quiero que me pintes como a uno de esos dioses...

— No creo que quieras algo como eso — negó siguiendo con su búsqueda de materiales — Acuéstate en el sofá.

— No quiero acostarme en el sofá de nuevo... ya me vi acostado en él, quiero algo diferente — juntó las cejas queriendo molestarlo — no me digas que no sabes hacer esa pintura.

— No digas estupideces... he pintados miles de personas en diferentes poses — se acercó al menor quedando justo en frente y con una sonrisa se acercó a su oreja y le susurró —. Solo que alguien como tu no se dejaría pintar así.

— Talvez tu no me quieres pintar así — contraatacó sintiéndose nervioso por la cercanía.

Oh si supieras que ese cuadro aparece en mi cabeza》pensó sonriendo.

En Los Brazos Equivocados / Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora