En Los Brazos Equivocados / Yoonmin

Capitulo 7 《Ultima vez》.

YoonGi no se encontraba ebrio, la fiesta solo era para sacar un poco de quicio al rubio. Es más, ni siquiera solía hacerlas desde que era un adolescente... no planeo besarse con el novio de su padre, es enserio, porque él no miente cuanto dijo que prefiere los pechos.

Pero ahora esta empujando su lengua ansiosa dentro de la boca de JiMin, quien no se resistió mucho para seguir aquel beso y es que YoonGi parecía todo un experto... sus lenguas se tocaron.

No, no, no y no... ¿Que se supone que está haciendo?.

Entonces empujo al pelinegro y se cubrió los labios con los ojos abiertos de par en par... justo como le miraba su amigo. Se puso de pie y dando la vuelta se fue.

Acaba de besar al hijo de HyungSoo... acaba de besar al hijo de su pareja y le había gustado, le había gustado besar a ese idiota.

《♧》

Tae ni siquiera sabe que está haciendo allí... bueno, él había venido a traer los documentos acordados para terminar el trabajo porque JiMin era un maldito flojo que no quería moverse hasta su casa, y como él conducía pues tuvo que ser quien los llevará. El hecho es que un guapo hombre le invitó a pasar y quedó boquiabierto, la música era demasiado escandalosa, todos bebiendo, y bailando... a Tae le gustan las fiestas pero no de este tipo.

Y quiso llamar a SeokJin para informarse si es que JiMin había planeado algo así, pero en vez de responder solo gritó y le pidió que le esperara mientras buscaba la manera de escaparse... debió esperarlo de Jin.

La música molestaba sus tímpanos y no quería ir a casa... no quería estar solo allá en ese gran lugar, porque si Nana estuviera allí todo sería menos solitario. Pero Nana nunca iba a regresar, ni siquiera por él. Entonces salió al jardín y encontró un gran invernadero y abrió la puerta de cristal para entrar, estaba llena de flores de varios tipos, arbustos en sus respectivas macetas, grandes y pequeñas. Y allí se quedó por mucho tiempo, observando cada planta.

— ¿No le parece divertida la fiesta joven?.

El castaño se asustó y de inmediato se volvió hacia el señor mayor — Hola... l-lo siento — reverencio — yo no vine a la fiesta, vine por JiMin.

— ¿Le gustan? — le preguntó amable mientras se movía por cada estante para mover las macetas a las cuales les faltaba agua.

— Si... son hermosas — le sonrío —. Dejeme ayudarle — se acercó de inmediato.

— Ah no joven... se va a ensuciar.

Negó subiendo las mangas de su suéter — Ya verá que no...

Con sonrisas, respondiendo y preguntando paso el tiempo con el adulto, el señor fue tan amable y siempre preocupándose de que no se ensuciara o lastimara.

— Me gustaría tener un jardín así en casa... pasaría todo el tiempo allí.

— Necesita de tiempo y dedicación — El hombre presionó su mano en la espalda baja arrugando su cara.

— ¿Se encuentra bien? — buscó una silla para el mayor — Por favor, ya siéntese...

— No te preocupes — aún así tomó asiento — es la edad...

— Dejemelo a mi... — comenzó a mover las últimas macetas.

— Deja eso... ya me has ayudado mucho.