Capitulo 15 《Puedo ayudarte》.

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— Yo no quiero continuar mañana...

Salió del estudio detrás de JiMin viéndolo dirigirse con prisa a su habitación y cuando pensó con una sonrisa en avanzar fue detenido y solo pudo chasquear la lengua.

— Vives en esta casa y casi no te veo la cara hombre — le dijo el moreno cruzándose de brazos.

— ¿Tanto así me extrañas? — levantó una ceja mirándole —... se que te gusto pero los hombres no me van Nam — bromeó.

— Idiota... pues tu no eres mi tipo.

— Hieres mi corazón — llevó su mano al pecho con drama —... si es así entonces seguiré mi camino, cariño.

— Oye, espera allí — le detuvo.

YoonGi gruñó como si fuera un animal observando hacia la puerta de la habitación de HyungSoo — Habla rápido.

— ¿Por qué tanta prisa?.

— Dormir... — soltó sin más.

— ¿Y si tomamos algo? — propuso — como en los viejos tiempos.

El pálido sonrió — Bien...

YoonGi creció en esa casa junto a NamJoon, ambos siempre se sintieron como hermanos pues cuando la madre del moreno quedo en cinta, Sunmi propuso que la trajeran pues Kim Songwo era como de la familia y ella también estaba embarazada. Pensaba que le gustaría que su bebé tuviera a alguien a su lado...

Cuando la madre de Nam falleció, el pálido estuvo allí para él... lo mismo ocurrió cuando su madre también murió, el moreno le acompañó y consoló.

Ahora solo tenía a NamJoon en el mundo... quiso llevárselo con él pero el moreno se negó pues decia no querer dejar a su padre solo, además de que abandonó la universidad porque su padre estaba enfermo y siempre que podía evitaba que el hombre hiciera trabajos pesados... YoonGi pensaba que no era justo y ahora que estaba allí, planeaba llevárselo.

— También recuerdo cuando te gustaba esa niña que siempre estaba en el parque — comenzó a reír.

El pálido le dio un empujón que casi lo tira de la silla — Imbecil, pero si a ti también te gustaba.

— Cierto, cierto... tanto pelearnos y no eligió a ninguno — volvió a reír.

Eso contagió también a YoonGi quien negó tomando de su vaso el vino blanco que habían sacado del almacén — ¿Recuerdas cuando robabamos las botellas de papá?...

— Oh si... ¿teníamos 16?, eramos unos pubertos — sonrió recordando — ¿cuánto tiempo estarás aquí?.

— 2 meses a lo mucho...

— Te eché mucho de menos, hermano — su dedo acarició el cristal del vaso, era así, extrañaba mucho pasar tiempo con su hermano, su amigo.

— Que sentimental ¿eh? — le movió del hombro — Yo también... pero aveces.

Nam le miró con una sonrisa — Idiota, arruinas el momento.

— Ven conmigo a Inglaterra — le dijo.

La sonrisa del moreno se desvaneció.

— No me mires así... voy a repetirlo hasta que aceptes.

— Ya hablamos de eso — su voz resonó cansada.

— Estoy seguro de que si hablo con Songwo él-...

— No voy a dejarlo — le interrumpió.

Las cejas del pálido se juntaron — Y entonces que ¿Vas a ser un sirviente por siempre? ¿Crees que tu padre quiere esto para ti?... eres un hombre inteligente, tienes muchas habilidades y aquí solo las estás desperdiciando.

En Los Brazos Equivocados / Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora