YoonGi se quedó paralizado, no sabía que hacer, el cuerpo de JiMin temblaba y le estaba apretando con tanta fuerza, su llanto no parecía terminar aún... Juntó sus cejas sintiendo un enojo creciente en su estómago, al parecer JiMin había salido de su habitación. Ese sentimiento le invadió las entrañas, pensar que el rubio lloraba por culpa de alguien, peor fue pensar que talvez era culpa de HyungSoo.
— JiMin... — le llamó pero no hubo respuestas, lo único que pudo hacer fue abrazarlo, intentar calmarlo pero no sabía como, nunca fue bueno para estás cosas — ¿Que te ocurre precioso?... acaso — frunció el ceño — ¿HyungSoo te hizo algo?.
Al escuchar ese nombre levantó de inmediato la cabeza, con miedo y negó repetidas veces.
— No te creo — miró hacia las escaleras e intentó soltarse.
JiMin se alarmó y lo sujetó con fuerza — ¡No YoonGi!... no subas por favor — sollozó asustado — él no me hizo nada... no me hizo nada.
YoonGi sabía de las cosas que era capaz de hacer su padre, fue uno de los motivos por los que su madre quiso divorciarse, en aquellos momentos no la pudo defender como se debía pero no volvería a ocurrir, porque sin exagerar quería defender con su vida al chico frente suyo... aunque parezca lo más loco, porque sin importar el poco tiempo juntos, JiMin es importante para él.
— Dime la verdad... si te dijo algo, si te gritó — le pidió — ¡me importa una mierda si nos descubre!.
Al mirar sus ojos inyectados de odio supo que era verdad lo que él pálido decía, pero no podía permitirlo, YoonGi puede salir lastimado por su culpa, o HyungSoo podría echarlo de la casa y si eso pasa no sabría que hacer, quería que YoonGi siempre estuviera allí, a su lado... no lo queria lejos.
Lo único que pudo hacer fue abrazarlo y meterse a su cuello — HyungSoo no ha llegado — le mintió respirando con dificultad en su cuello — T-tuve una horrible pesadilla... — sorbio su nariz — cuando desperté todo estaba a oscuras — se le rompió la voz recordando la manera en que HyungSoo lo había tomado, cerró los ojos con fuerza y las lagrimas se derramaron nuevamente, ¿Que le había pasado?, ¿Por qué intentó--... volvió a llorar — n-no me gusta.
Escuchar aquello pareció calmar un poco el corazón del pálido, creyendo ciegamente en sus palabras — Solo fue una pesadilla... — le acarició la espalda y respiró tranquilo — ve a dormir tranquilo.
Negó — No quiero volver allí... por favor YoonGi, no me dejes solo — le rogó apretando más sus manos en la tela de su camisa.
— Vamos a mi habitación entonces... — no le gustaba ver al menor así, podría investigar si era posible que JiMin superara esos miedos, quería ayudarlo, cuando el menor le miró, sin miedo le secó las lágrimas con sus dedos.
Ambos caminaron escaleras arriba y YoonGi olvidó por completo las flores en el suelo.
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JiMin escondió sus muñecas adoloridas entre sus cuerpos, no permitiría que YoonGi viera esas marcas... Se acostó en el pecho del mayor intentando calmarse y al fin lo hizo, escuchar los latidos de su corazón le relajaba, sus brazos rodeándole le hacian sentir protegido, que nadie podría tocarlo mientras estuviera allí.
Y quiso pensar que era verdad, que los brazos de YoonGi no eran los equivocados, que era correcto sentirse así por primera vez en su vida.
— ¿YoonGi? — le llamó.
— Uhmm — abrió sus ojos — ¿Estás cómodo, bebé?.
JiMin se sintió un poco culpable, porque ya eran las 2 de la madrugada y él no podía conciliar el sueño, y YoonGi parecía luchar para no quedarse dormido, su corazón saltó tan rápido... YoonGi seguía allí acompañándolo, además le había dicho que no dormiría hasta que él lo hiciera.
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En Los Brazos Equivocados / Yoonmin
RomansaJiMin quiere salir de su pobreza de la manera equivocada y más fácil que se le pudo ocurrir... y es seducir a su profesor el cual cabe recalcar que es mucho mayor que él, y más poderoso de lo que imagina. Pero a JiMin eso no le importa, no cuando el...