Cap.- 8

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Esa noche, al llegar a casa, Hong esperaba ansioso que le llegara un mensaje de Mingi. Sin embargo, no fue así. Subió a su casa y entro directamente a su cuarto, su madre aún no había llegado, por lo que se recostó en su cama y comenzó a pensar en todo lo sucedido anteriormente.

En ese momento, sonó el celular. Su corazón empezó a latir rápidamente, pensando que era un mensaje de Mingi, sin embargo, se desilusiono al leer el contenido del mensaje.

" cariño, esta noche me quedare con tu tía, cierra bien, mañana nos vemos, te amo"

" no te preocupes, te quiero " respondió Hong.

Entre tanto pensar poco a poco se fue quedando dormido, cuando sonó nuevamente su teléfono, su sueño fue interrumpido, aunque pensó que era una respuesta al mensaje de su madre, decidió ignorarlo, pero segundos después, otro mensaje llego, y después otro más, ya molesto, Hong pensó que era Woo quien le estaba escribiendo.

"Hong, necesitamos hablar "

"Se que soy un estúpido "

"Se que estas molesto, pero dame una oportunidad más "

El corazón de Hong se aceleró al leer los mensajes de Mingi, pero ya era demasiado tarde para él. Decidió poner en silencio su teléfono y lo coloco en el mueble que tenía al lado, se dio la vuelta mientras las lágrimas volvían a caer por su rostro.

A la mañana siguiente, se levantó temprano, pero su madre aún no había llegado. No había podido dormir en toda la noche y su rostro reflejaba el cansancio con unas ojeras marcadas debajo de sus ojos.

Al revisar su teléfono, vio que tenía más de 50 mensajes de Mingi, insistiendo en que debían hablar y pidiéndole perdón. Sin embargo, Hong decidió no responder a ninguno de ellos.

"sé que ya leíste mis mensajes, por favor responde" decía uno de mis mensajes de Mingi.

A pesar de la insistencia, Hong ignoro los mensajes y decidido a meterse a la ducha, el cuerpo le dolía mucho por lo sucedido la noche anterior.

Se desvistió lentamente en el baño, quitándose la ropa mientras sentía el peso del cansancio en su cuerpo.

Finalmente, se metió al agua, permitiendo que el calor y la calma relajaran su cuerpo y se llevaran consigo el agotamiento del momento.

Después de unos minutos, Hong salió de la ducha y se cambió, colocándose unos pants y una sudadera floja.

Se sentó en el comedor, esperando a que el agua que había calentado estuviera lista, mientras esperaba, reflexiono sobre lo sucedido y sus pensamientos negativos inundaron su mente, rayos, cuanto le dolía el cuerpo y el culo, "que idiota soy" se rio sarcásticamente, reconociendo su propia autocritica.

El sonido de la tetera pitando lo saco de sus pensamientos, indicando que el agua estaba lista, Hong se levantó y se sirvió un poco de agua mientras el sobrecito de té hacia lo suyo infusionándose en la taza.

Minutos después, el timbre de la puerta sonó, interrumpiendo el silencio de la casa, Hong camino despacio hacia la puerta, frotándose la cara con frustración, cambio su semblante por una gran sonrisa, pensando que era su madre quien había llegado.

- Bienvenida, mamá ¿Cómo te fue...- dejo la palabra a medias y la sonrisa se borró inmediatamente de su rostro al ver quien estaba parado frente a el - ¿Qué haces aquí? - pregunto molesto.

- Necesitamos hablar – dijo Mingi, quien era quien se había aparecido en la puerta de su casa.

- No tenemos nada de qué hablar, lo que me dijiste ayer quedo muy claro para mí, si yo no soy importante en tu vida, no se entonces que haces aquí – respondió Hong, decidido a cerrar la puerta, sin embargo, la pierna de Mingi bloqueo el cierre de la puerta.

No termino (+18) MinjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora