A la mañana siguiente, Hong se levantó temprano con la intención de estar listo para cuando Jayb llegará, evitando andar a las prisas, se despertó a las 7 am y se dirigió a la cocina para preparar el desayuno: huevos cocidos con tocino y un poco de café. Mientras tanto, Mingi seguía dormido, aproximadamente a las 8:20, Mingi se despertó y encontró a Hong sirviendo el café en las tazas.
- Buenos días, ¿cómo dormiste? Siéntate, hice el desayuno antes de irme - dijo Hong mientras se sentaba en la silla.
- Buenos días, muy bien gracias. ¿Y tú? - respondió Mingi.
- Muy bien gracias, hoy tengo un día pesado y aún tengo que ir aquí a la esquina en 20 minutos para recoger unas cajas - indicó Hong mientras daba un sorbo a su café.
Los dos se sentaron y disfrutaron de su desayuno, bromeando entre ellos. Estaban felices de poder compartir esta parte de sus vidas que antes habían evitado por temor al qué dirán, después de unos minutos, Hong se puso su chamarra y su gorro.
- ¿Quieres que te acompañe? - preguntó Mingi, Hong asintió, esperando a que Mingi se pusiera su chamarra antes de poder salir.
Al bajar las escaleras de su casa que conducían a la calle, el frío viento golpeó sus rostros. Hong llevaba un cubrebocas para protegerse, ya que no quería enfermarse en un día tan importante.
- Espera - dijo Mingi tomando el brazo de Hong - Tomemos una foto - Le entregó su teléfono a Hong y este tomó la foto, en la imagen, ninguno de los dos mostraba su rostro, pero los ojos de Hong reflejaban la felicidad del momento - Déjame mandártela -Mingi tomó el teléfono y le envió la foto por chat, segundos después, Mingi le mostró su teléfono indicándole que la había puesto como fondo de pantalla.
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Caminaron juntos por la calle, solo era un corto trayecto, pero Mingi tomó la mano de Hong, voltearon a verse y los ojos de Mingi se achicaron por la sonrisa que eso provocó, recibieron las cajas que Hong necesitaba y se dirigieron de nuevo a la casa.
- Mingi, por hoy no dejes que Jayb te vea, ¿quieres? Déjame buscar el momento adecuado para hablar con él, hoy es un día muy importante para mí - mencionó Hong, Mingi se acercó a él y lo abrazó.
- No te preocupes, no voy a hacer nada para arruinar tu día - respondió Mingi mientras frotaba su mano en la espalda de Hong.
- Puedes quedarte aquí si quieres, por mí no hay problema - mencionó Hong.
A las 9:30, tocaron el timbre de la puerta y Mingi se acercó a abrir, pero no sin antes ver por la mirilla, vio que era San y abrió la puerta, San dio dos pasos para entrar y quedó confundido al ver a Mingi en la casa de Hong, miraba a Hong y a Mingi, y viceversa.
- Hola San, después te contaré - mencionó Hong. San asintió, esperando ansioso por saber qué estaba pasando.
A las 10 menos 10, el timbre sonó nuevamente. Mingi, con un ligero nerviosismo, se asomó por la mirilla y vio que era Jayb, sin dudarlo, se volvió hacia Hong y le dijo - Iré a tu recámara para que no me vea, ¿puedes venir un momento? - Hong, entendiendo la situación, le pidió a San que le abriera la puerta a Jayb mientras él hablaba a solas con Mingi, San, con una sonrisa cómplice, aceptó.
