La Posesión del Ruso ©.Libro #1 "Almas Rebeladas." [Borrador Para Corregir] +21

CAPÍTULO 14

CAPÍTULO 14

Sasha:

Mientras recorro los pasillos de mi hogar, observo los porta retratos colgando de los muros. Ha medida que avanzo subiendo los escalones con dirección al despacho del Pakhan, un largo sendero de fotografías familiares me abrazan. Mamá y papá en su boda. La tía Anika con el tío Demian y su hijo Brandon... Una fotografía de mi mismo con quince años sosteniendo a mi hermana que cuelga de mi espalda, como si fuese un caballo.

He de admitir que la mayor parte de mi infancia la he pasado solo, sintiéndome miserable y responsable por la muerte de la mujer que me dio a luz.

La muerte me ha acompañado, desde incluso antes de nacer y es algo con lo que he tenido que aprender a vivir. Posiblemente me hubiese hundido en la mierda, de no haber sido por la tía Anika, y sobre todo por la mujer que sonríe tan pronto cuando me nota mientras camina apresurada hacia mi abriendo sus brazos. Kiara del Castillo, la mujer por la cual papá y yo haríamos arder el maldito universo si algún día alguien intentase herirla. Mi madre.

—¡Pequeño demonio de mi alma!—Blanqueo los ojos ante el apodo— ¿Por qué no me dijiste que estabas aqui?—Me regaña mientras me abraza como si fuese su persona favorita en el mundo.

—Acabo de llegar madre. ¿Cómo has estado?

—¡Genial! Aunque no puedo decir lo mismo de tu papá, últimamente carga un humor del infierno.—Blanquea los ojos, haciendo un gesto desinteresado con la mano, cuando se aparta para mirarme de pies a cabeza.

—Has bajado de peso.—Junta el ceño, cruzándose de brazos sin quitar la mirada acusadora de mi, que me miro a mi mismo, buscando no se que mierda.—Haré galletas y te llevaras un par.

Asiento y me sonríe acomodando la tela de mi saco, su mano viaja a mi cabello y como siempre acaba por desordenarlo, luego me guiña un ojo y me hace un gesto con la cabeza indicando que siga cuando señala el despacho de papá.

—Tal vez puedas quitarle el mal humor. Kat se rindió y opto por salir a dar un paseo.

—¿Fue sola?—Junto el ceño y niega con la cabeza.

—Lev y Bran están con ella.

—¿Bran esta en Rusia?—Indago alzando ambas cejas sorprendido.

Mi primo usualmente se queda en Colombia con la tía Nika, no pensé que vendría a Moscú a menos que...

—No es lo que piensas-se apresura mamá como si leyera mi mente —Anika nunca lo dejaría iniciarse en la Bratva, primero porque aun es demasiado pequeño, a penas cumplirá trece en unos meses y por otro lado, su vida está en Colombia, solo está de paseo. Se quedará una temporada para familiarizarse un poco con el idioma y hacerle compañía a Kat. Ya sabes que se ha sentido algo sola desde que tu y Lev se fueron. Deberías hablar con el, tal vez si tu se lo dices regrese a casa.

La forma en la que me mira, con sus ojos café brillando, me recuerdan al jodido gato naranja que vi en una de esas tontas películas que le gustan a Kat. Suspiro y asiento.

—No prometo nada madre, no se cual fue el motivo para que Lev dejara la mansión, pero puedo intentar hablar con el.

—Gracias cariño. —Sonríe palmeando mi pecho, y volviendo a su expresión natural haciendo que blanquee los ojos al percatarme de que otra vez caí en sus trucos de manipulación.

El sonido de un vidrio rompiéndose dentro de la oficina tras nosotros y enarco una ceja cuando mama suspira .

—Ahora ve con papá y trata de no empeorarlo más de lo que ya está. Tal vez a ti si te diga que es lo que lo tiene tan alterado.—Dice antes de suspirar, besar mi mejilla y sonriendo pasar a mi lado, cuando le haga un gesto dibujando con la mano, una aureola sobre mi cabeza.