CAPÍTULO 25
Katrina:
Ruedo sobre el colchón y parpadeo fijando la mirada en el techo de mi habitación, doy una mirada rápida al despertador digital sobre la mesa de noche y suspiro volviendo la mirada al techo. Desde que nos atacaron a mamá y a mi, casi no he podido dormir una noche entera sin despertarme en medio de la madrugada. Supongo que es normal luego de lo que pasó, y confío en que con el tiempo lo podré dejar en el pasado.
Hablar con mi hermano ayudo y me hizo recordar que no estoy sola y sobre todo que soy fuerte. El se ha encargado de enseñarme eso al igual que otros trucos que aunque un debo perfeccionar, algún día lo haré y haré que se sienta orgulloso de mi. Se que lo que paso escapaba de mi control y no había nada que pudiera hacer, solo agradezco que pese a todo la situación no paso a mayores, porque estoy segura que podría haber sido mucho peor.
Llevo mis dedos a la herida en mi pecho y toco el borde de la venda que me cubre, mientras dejo salir un suspiro. No voy a dejar que esto me robe mi vida, no voy a dejar que lo que paso me condicione y me genere un trauma con el que no estoy dispuesta a lidiar, no voy a darles ese poder, porque si lo hago el hombre que me hizo esto gana, y no pienso darle ese gusto.
Admito que tengo miedo, pero nadie puede entrar aquí, la casa de mis padres es prácticamente una fortaleza, incluso cuando el sonido de una respiración agitada intenta meterse en mi cabeza, cuando mi mente intenta jugarme una mala pasada.
«Sabía que ver películas de miedo antes de irme a la cama era una mala idea.» Especialmente cuando mamá me dejó sola a media película, con la tonta excusa de que tenía sueño. ¡Patrañas! Estaba muerta del miedo cuando vio al payaso sucio de sangre sacar patas de araña de su espalda y dientes espeluznantes antes de abalanzarse sobre los adolescentes. Repito, ver “IT” antes de irme a la cama luego de haber sido atacada dos días antes no fue lo más inteligente del planeta. ¿Pero que puedo decir? Adoro las películas de miedo, las veíamos juntos con Sashi desde que tenia seis años.
El sonido de aquella respiración agitada me sobresalta un poco haciendo que me lleve una mano al pecho. «Vamos Kat… tu eres valiente, tu eres valiente.» Repito mentalmente, mientras me mantengo estática con la espalda pegada al colchón, ya que el aroma a tabaco mezclado con perfume y otro olor similar al hierro, me hacen dudar de la idea de que solo sea mi mente jugando conmigo. Pero no pienso gritar y despertar a todos por mi tonta paranoia, asi que lento y sin levantarme extiendo mi mano para prender la veladora de la mesa junto a la cama.
—¡No la enciendas por favor!—La voz que se pronuncia en medio de la oscuridad me deja inmóvil con la mano a medio camino.
—¿Lev?
Sorprendida me enderezó de inmediato, sentándome en la cama mientras intentó encontrarlo en medio de la oscuridad que nos rodea; recorro con la mirada la oscura habitación, hasta que fijo mis ojos en la silueta de la enorme persona que se mantiene en un rincón, oculto como una sombra, sentado sobre la alfombra con los codos sobre sus rodillas y la capucha de la sudadera cubriendo su cabeza.
—¿Qué haces cuando no puedes dormir pequeña bambi?—Pregunta de pronto. Mis pies descalzos tocan la suave y peluda alfombra cuando me siento en la cama y lo miro anonadada.
—Yo… —carraspeo aclarándome la garganta—busco algo que me reglaje, y que me de paz para volver a dormir. —Respondo ladeando la cabeza confundida por su pregunta y por el hecho de que este aquí en medio de la madrugada.
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que se coló en mi habitación. De niña recuerdo haberlo visto un par de veces cuidándome desde la sombras, observándome dormir, como si necesitara asegurarse de que nada podría herirme. Lev siempre se ha preocupado por mi y siempre me ha cuidado, aunque con el tiempo y a medida que fui creciendo dejo de meterse en mi habitación. No hasta el día de hoy al menos.
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La Posesión del Ruso ©.Libro #1 "Almas Rebeladas." [Borrador Para Corregir] +21
Romance"El puede parecer un dios, pero esta muy lejos de serlo. El no es un santo, tampoco un pecador cualquiera. ¡El... es un sádico!" Sasha ivanov, hijo primogenito del pakhan de la Bratva y futuro heredero del imperio mas sanguinario de Rusia. Desde pe...