CAPÍTULO 10
Sarah:Recostada al vidrio de la ventana, envuelvo mis brazos con las manos, mientras observo caer los pequeños copos de nieve, que cubren por completo de blanco el amplio jardín. La vista desde aquí es preciosa y cuanto mas me concentro en la belleza natural del paisaje, más me lleno a la vez nostalgia. Extraño a mi familia, extraño el aroma de las galletas recién horneadas de mamá, la peculiar fragancia amanerada del perfume de papá, mezclado con el aroma del café en la mañana, e incluso extraño escuchar a Caín molestando a Damon, llamándolo bicho raro y quitándole sus cómics, solo para que le preste atencion y entrene con el.
Suspiro con pesar desplazando la mirada a las nubes, por las cuales la luna llena amenaza con asomarse. Nueva York es una ciudad fría en ocasiones y también hay nevadas en invierno, pero en comparación con el frío de Rusia, creo que podrían incluso compararnos con algún país del caribe o de centro américa. De verdad que aquí siento que me voy a congelar y a transformarme en una estatua de hielo, como las aterradoras y realistas figuras de piedra que adornan el jardín.
Dejó salir un cargado suspiro con pesadez y volteo recorriendo la habitación con la mirada. No es la misma habitación en la que estuve el primer día que llegue hace quince días. Esta habitación es mucho más amplia, todo el piso está cubierto por alfombra negra, a juego con las pesadas cortinas de la ventana, las paredes en cambio están empapeladas en un rojo tan oscuro como la sangre, que logra ponerme los bellos de punta. No necesito ser un genio para saber de quien es esta habitación, lo que en realidad me intriga, es el porqué estoy yo aquí y sobre todo donde esta Sasha. Mi curioso y espeluznante captor.—Cierro los ojos un instante, recordando la primera nota que recibí—.Todas las notas, todos los obsequios, año tras año, me resultaban cada vez mas inquietantes, pero a la vez emocionante. Nunca antes nadie se había atrevido a hacer algo como eso. Todos le temen a mi familia, y sobre todo a papá, pero el no. Aún recuerdo la primera vez que lo vi en mi jardín, de pie frente a mi, con su traje prieto a medida, su cabello rubio desordenado sobre su frente y su postura dominante, sus ojos azules frio y analíticos fijos sobre mi, pero lo que mas me estremeció fue la forma en la que me miraba, como si pudiese ver a través de mis ojos, como si pudiera traspasar mi barrera inexpresiva y ver a la verdadera chica detrás de la mascara pacifica que lucho día tras día por mantener, para que nadie note lo defectuosa que en realidad soy. Pero el no me miraba con lástima, no me veía con compasión o temor... en sus ojos había algo más aterrador y a la vez fascinante, admiración. Una semana más tarde cuando creí que ya no volvería a saber de él, llego el primer obsequio. Mi conejillo de indias, junto a la primera nota "Feliz cumpleaños Freya". Simple y al punto, sin firma. Pero algo en ese momento me dijo que, sea lo que sea que el pasara por su mente para hacer algo asi, recién estaba iniciando; aunque nunca imagine que llegaría a tal extremo como meterse en mi casa, o secuestrarme.
Desplazo la mirada a la pila de bolsas de diferentes marcas de ropa y zapatos sobre el sofá, y bufo. Por la inmensa tonelada, de más de cuarenta bolsas de papel con diferentes logros de marcas caras, presiento que no planea devolverme a casa pronto.
Una pequeña molestia en mis cienes, me hace llevar las manos a la cabeza cuando el sonido plano de un silbido se extiende por mis oídos. Miro la hora en el reloj sobre la mesa de noche y dejo caer mi cabeza y hombros, hasta que resignada me acerco a la mesa y tomo dos píldoras que me llevo a la boca y paso con el agua que bebo directo de la botella.
«Al menos me ha conseguido la estúpida medicina.»
Vuelvo la mirada a las bolsas y tras blanquear los ojos, me dispongo a buscar alguna prenda de abrigo. Me vale si me meto en problemas, pero no puedo seguir encerrada o voy a volverme loca. Sus hombres no se acercan ni sí quiera a la puerta de mi habitación y la única vez que alguien me miró a los ojos, Sasha le dio una mirada extraña y el pobre guardia desapareció y no volví a verlo. Por lo cual asumo que nadie se meterá en mi camino si salgo a dar un paseo dentro de la jaula de oro en la que me han encerrado.—Tal vez pueda encontrar alguna vía de escape alternativa a la que ya intente cuando llegue aquí—.
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La Posesión del Ruso ©.Libro #1 "Almas Rebeladas." [Borrador Para Corregir] +21
Romantizm"El puede parecer un dios, pero esta muy lejos de serlo. El no es un santo, tampoco un pecador cualquiera. ¡El... es un sádico!" Sasha ivanov, hijo primogenito del pakhan de la Bratva y futuro heredero del imperio mas sanguinario de Rusia. Desde pe...