CAPÍTULO 17
Sasha:Aprisiono el pequeño cuerpo de Sarah, atrapándola entre la pared y mi musculatura, mientras devoro sus labios con vehemencia. Con una de mis manos la sostengo de la nuca manteniéndola inmovilizada, mientras con la otra, jalo su cintura pegando su pecho al mio.
Se siente jodidamente bien tenerla entre mis brazos y me niego a darle un mínimo de posibilidad de que se arrepienta y se aparte.
Sus labios son tan suaves como el terciopelo, y el leve sonido de sus jadeos tímidos, cuando muerdo sus labios, me pone a latir el corazón con fiereza.
Sus manos se mantienen sobre mi pecho desnudo, hasta que suavemente las desliza hacia mis hombros. Y cada centímetro de piel que roza con sus suaves palmas, deja una ola de calor que quema como el infierno; pero aún asi, el hecho de que tiemble en mis brazos, me obliga a contenerme para no devorarla como deseo.
Cualquier paso en falso que de ahora puede alejarla, y me niego rotundamente a desprenderme de su calor. No creo jamás haber sentido tanta calidez, como la que siento ahora al tenerla así.
Y cuando sus manos se sujetan al cabello de mi nuca con fuerza, no contengo el deseo de atropellarla apretándola contra el muro tras su espalda. Mis manos ahora recorren su cintura, deslizándome como una cobra, hasta que sujeto sus piernas alzándolas hacia arriba, haciendo que me rodee la cintura con ellas, y sin soltar sus labios que se separan soltando un jadeo cálido, en el momento en que su aliento acaricia mi boca, jalo su labio inferior con mis dientes. Su ceño se junta y mis manos que aún la sostienen de los muslos buscan insaciables el contacto directo con su piel, mientras deslizo mis manos por sus piernas, ascendiendo por sus caderas, hacia su cintura, escudriñando bajo su blusa de tiras. No me aparta cuando rodeo su cintura con mi brazo sosteniéndola por debajo de la tela, dejándome sentir la suavidad y calidez de su piel. Mi polla se enderece aún más y ella lo nota ya que gime en mi boca cuando afirmó mi agarre acercándola más.
—Sasha... por favor. —Jadea—no puedo... —Susurra sobre mi boca y muy a mi pesar, aparto mis labios de los suyos. Observo sus ojos un instante y una estúpida sonrisa empieza tirar de mis labios, mientras niego con la cabeza y dejo caer con suavidad mi frente en la suya.
«Mierda.»
Aun la mantengo sostenida entre mis brazos, enjaulada contra la pared, mientras sus manos se mantienen quietas sobre mis hombros tensos, pero de todas formas dejo salir un suspiro y niego levemente con la cabeza. Mi respiración es agitada y puedo ver que la suya no esta mejor que la mia, pero al menos ya no llora ni tiembla.
—Volvería a raptarte una y mil veces, con tal de tenerte siempre así, pequeña Sarah. —Confieso buscando sus ojos; su ceño se junta y la imito antes de volver a repasar mentalmente lo que acabo de decirle.
«Bien... tal vez esas no fueron las palabras adecuadas para decirlo.»
—Vaya... y luego dicen que el romanticismo ha muerto. —Murmura haciéndo que mis cejas se disparen al cielo y luego sonría humedeciendo mis labios.
Esta versión de ella no es común, lo sé por la forma en la que su ceño se vuelve a juntar y su expresión cambia a una de confusión, como si no entendiera que es lo que le pasa. Suspira y deja caer su frente sobre mi hombro, pero lo extraño es que no me pide que la baje, ni me aparta, así que simplemente la rodeo con uno de mis brazos y con el otro acaricio la parte trasera de su cabeza, mientras empiezo a caminar hacia su habitación, sintiendo el calor de su aliento que calienta mi cuello, en donde mantiene su rostro sumergido.
***
Sarah:
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La Posesión del Ruso ©.Libro #1 "Almas Rebeladas." [Borrador Para Corregir] +21
Romansa"El puede parecer un dios, pero esta muy lejos de serlo. El no es un santo, tampoco un pecador cualquiera. ¡El... es un sádico!" Sasha ivanov, hijo primogenito del pakhan de la Bratva y futuro heredero del imperio mas sanguinario de Rusia. Desde pe...