La Posesión del Ruso ©.Libro #1 "Almas Rebeladas." [Borrador Para Corregir] +21

CAPÍTULO 0 Impacto

CAPÍTULO 0 "Impacto".

Sasha Ivanov: (pasado)

Bostezo aburrido apartando la mirada de los hombres que siguen hablado de como ejecutarán las nuevas reglas del negocio, luego de que el recientemente nombrado Rey de la mafia italiana se pusiera a la cabeza de la organización. «Sebastián Rinaldi» Lo observo un instante analizándolo en silencio.  Curiosamente el hombre parece igual de aburrido que yo con el tema administrativo a tratar. Tengo entendido que es un hombre de acción al igual que yo, no un letrado. Asi que puedo comprender perfectamente como se siente, pero el hecho de que ahora sea el jefe, lo obliga a mantenerse en su sitio al igual que a mi padre Mikhael Ivanov, el capo de la mafia latina el tío Demian , y Brendan Sullivan el jefe de la Irlandesa.

Las tres mafias más poderosas, que conforman la nueva hermandad. La cual ha logrado que cada una de las organizaciones se mantengan a flote, sin mayores inconvenientes, desde lo ocurrido con la Yakusa, cuando traicionaron a mi padre e intentaron expandirse y apoderarse de varios territorios rusos como latinos. Pero ahora las cosas han cambiado y las mafias que mejor relacion han tenido, decidieron firmar un tratado de paz, asegurando asi los intereses de cada una de las organizaciones y reforzando los lazos en caso de una posible amenaza externa.

Termino el contenido de mi vaso y me pongo de pie dejándolo sobre la mesa, en medio de los hombres que siguen hablando. Mi padre me da una mirada rápida cuando nota que me volteo pero no dice nada. Doy un paso alejándome de ellos pero me detengo cuando me llaman.

—¡Oye niño! —Volteo sobre mi hombro encontrando la mirada feroz de Sebastián Rinaldi puesta sobre mi.

«¿Niño?»

—¿A dónde crees que vas? —Pregunta sin siquiera molestarse en ponerse de pie.

Esta es su casa, por lo tanto no hay mucho que pueda hacer en su contra. —O tal vez si... —Quien sabe. Pero no es algo que me interese hacer, por lo cual su paranoia un poco me disgusta.

Pero cuando mi padre me da una mirada de advertencia que dice claramente "Es nuestra primera vez aquí no la cagues". —Suspiro guardando para mi la primera respuesta que se me viene a la mente-.

—Necesito usar el baño. —Digo y tras recorrerme de los pies a la cabeza asiente una vez y señala con la cabeza en dirección a la parte trasera del jardín.

—Junto a la piscina, esta la casa de huéspedes. Puedes usar ese.—Señala y me volteo cuando lo escucho que vuelve a hablar.

—¡No te alejes demasiado chico! —Grita tras mi espalda pero lo ignoro.

«¡Que se vaya a la mierda! »

Recorro la propiedad con la mirada, hasta que mis ojos se encuentran con la casa de huéspedes al otro lado del jardín, doy una ultima mirada recorriendo el área hasta que una silueta que se asoma atravesando las dos hojas de la puerta trasera de la mansión capta toda mi atención.

La persona que se asoma luce un vestido blanco que se ajusta a su perfecta cintura como una segunda piel, el acampanado de la delicada falda le cubre hasta las rodillas, mientras dos finas tiras se sujetan a sus hombros. Y un collar con lo que desde aqui parece ser un crucifijo cuelga de su delicado cuello, mientras que la larga y ondulada cabellera dorada cae por encima de uno de sus hombros.