CAPÍTULO 28

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CAPÍTULO 28

Sarah:

Tras darle una última mirada al hombre que duerme con un brazo cubriendo sus ojos, tomo una de sus camisetas del armario y salgo de la habitación cuidando el no hacer ruido. Con mis pies descalzos recorro los pasillos de la mansión hasta el gran salón que esta a pocos metros justo aquí en la planta baja. La chimenea permanece encendida y el crujir de las astillas consumiéndose entre las llamas es todo lo que se escucha alrededor, fuera esta nevando y desplazo la mirada al enorme reloj sobre la chimenea y suspiro.
«Tres de la mañana.»

Con la mirada aun en las llamas, tomó asiento en la alfombra cruzando las piernas debajo de mi. El aroma del perfume de Sasha se cuela por mi fosas nasales y acerco la tela a mi nariz para sentir su aroma. «huele a el.»

Mi mente comienza a recordar cada instante de lo que paso hace tan solo unas horas y no puedo evitar preguntarme en ¿cómo fue que acabamos así? ¿Como fue que se metió en mi corazón? Porque si, no tiene caso engañarme a mi misma, estoy enamorada de él. El problema es que si las cosas eran difíciles antes, ahora solo han empeorado.

"Eres mía... me perteneces y lo mio se queda conmigo Sarah."

Sus palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez. Porque tengo miedo. Sería estúpido de mi parte si no lo tuviera, cuando todo esto estalle, todo se irá al diablo. No se como voy a lograrlo pero tengo que hacer algo, porque si mi familia da conmigo y se enteran de que Sasha fue quien me rapto...

Paso las palmas de mis manos por mi cara y dejo salir un suspiro cargado de frustración.

—¿Qué voy a hacer?—Susurro.

Pasan algunos instantes en los que me mantengo frente al fuego sumida en mis pensamientos hasta que siento las cálidas manos que acarician mis hombros. su pecho se pega a mi espalda y una leve sonrisa se apodera de mis labios, cuando siento que también se sienta sobre la alfombra abrazándome desde atrás con sus brazos que me rodean de forma posesiva; otro suspiro se me escapa y aferro mis manos a su antebrazo dejando caer mi rostro en su bíceps.

—Aun no deberías levantarte de la cama.— Digo sin quitar la mirada de la estufa.

—¿Qué ha pasado? ¿Otra vez has tenido pesadillas?

Hace caso omiso a mis palabras y niego con la cabeza mientras el besa la parte superior de mi cabello, su mentón permanece allí hasta que se aparta y se acomoda en mi hombro recostando su rostro al mío mientras ambos miramos hacia el fuego.

—No he tenido pesadillas en un tiempo—Confieso—Tal vez se deba a la calma de este lugar.

No miento, es la verdad. De un tiempo para acá las pesadillas han disminuido, ya no me despierto tantas veces en la noche y sea lo que sea, se que no esta relacionado al medicamento, Sasha ha conseguido exactamente el mismo que tomaba cuando estaba en Nueva York.

—¿Te arrepientes de lo que paso? Si es así puedes decírmelo.

La pregunta me toma por sorpresa y no paso por alto el tono nervioso escondido detrás de sus palabras, así que niego con la cabeza y acaricio su brazo mientras cierro los ojos y dejo que me sostenga entre sus brazos.

—No. Claro que no me arrepiento, es solo que... estoy preocupada. Mi familia...

—No van a alejarte de mi Sarah.—Me corta tajante y suspiro.

La Posesión del Ruso ©.Libro #1 "Almas Rebeladas."  [Borrador Para Corregir] +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora