5. Anna

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Miro nerviosamente la espalda desnuda de Patrick, sintiendo el corazón en la garganta, mi cuerpo entero tenso y mi respiración sintiendose tan fuerte que creo que lo despertaré con el sonido de esta.

Hoy es el día.

Jugueteo con el anillo en mi mano, mirandolo con detenimiento, es el anillo que Marcus me había entregado, el anillo de su abuelo.

Recuerdo la primera vez que había tenido el anillo en mi mano, antes de que las cosas se complicaran, cuando Marcus era simplemente un hombre misterioso que me había contratado con la excusa de disfrutar de mi cuerpo, pienso en como yo había creido que estaba casado y él pacientemente me había enseñado su anillo, aún con los ojos bendados...

Pienso en como lo había dejado en medio de la noche, solo luego de haber matado a mi hermana, dejando atrás solo una carta y negandome a responder sus llamadas. Pienso en lo que había escrito en ella.

Trago con fuerza al recordar mis propias palabras, hace dos años, cuando escribí esa carta, realmente habíia querido decir cada palabra, mi corazón entero había sido vertido en esas palabras. Dejé a Marcus para ser feliz, para darme a mi misma una oportunidad, me había puesto a mi misma encima de todo.

Sin embargo había vuelto a cometer los mismos errores que en el pasado.

Lo tengo claro ahora, mientras observo la espalda del único hombre al que realmente había considerado que valía la pena.

Patrick significaba una vida cómoda y tranquila, o eso quiero creer, de eso me convencí a mi misma. Pero la noche de la gala...el asunto del estido había demostrado que simplemente soy una estúpida y una ilusa, Patrick se había cabreado, cuando me vio salir con el vestido  diferente, había intentado convencerme de cambiarme, y cunado me negué a hacerlo me había acusado de querer arruinar su día especial, de no apoyarlo. 

Había comenzado a dudar en ese momento. Y mi único movimiento de rebeldía había sido usar el vestido de todas formas, negandome a creer que el hombre sería tan caprichoso como para continuar siendo un cretino al respecto, la primera vez que me había visto a mi misma con el vestido me había sentido jodidamente hermosa.

- Anna, por el amor de Dios, cariño, el vestido es para alguien más delgada que tu, solo no quiero que te averguences a ti misma esta noche - Había dicho él.

Además de ignorarme la mayor parte de la noche, realmente había comenzaod a reeplantearme ciertas cosas.

Había sentido culpa luego de preferir fantasear con Marcus a realmente disfrutar el sexo con él, creyendo que había algo mal conmigo, pero simplemente...simplemente se sentía incorrecto.

Y luego había aprecido Marcus, tan guapo y pulcramente arreglado como siempre, sus hombros anchos luciendo lígeramente tensos bajo el traje a la medida, la corbata siempre a juego con sus ojos intensos, me había mirado de esa forma que hace que mi cuerpo entero tiemble, y me había llamado hermosa. 

Los recuerdos me habían inundado, la sensacion de su mano caliente contra la piel desnuda de mi espalda había enviado un escalofrío por mi cuerpo entero, la forma torturada en que me había mirado, la forma dulce en que me había llamado Flor.

Su petición.

Por dos días enteros, la petición de ir con él a la India me había perseguido una y otra vez, cada hora que pasaba haciendome sentir como si estuviera a punto de morir. Mi corazón atentando con salir de mi pecho mientras pienso en lo que implicaba ir con él. 

Me había dicho a mi misma que era un riesgo, seguir con Patrick era evidentemente un error, lo puedo admitir ahora, luego de la terrible discusión de esta noche...había sido una decisión fácil de tomar, incluso si me costaba reconocerlo, yo... no podía continuar, no cuando no soy feliz a su lado.

Maldito Corazón  - A Hoffman StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora