Maldito Corazón - A Hoffman Story

29. Anna

Escuchar los latidos de mis bebés durante la siguiente consulta me da una alegría que es difícil de asimilar.

Estoy tan contenta que ni siquiera me importa lo paranohico que es Marcus, especialmente porque mis nauseas han desaparecido y finalmente puedo comer todo lo que se me antoje,  él parece feliz de que me esté "comportando" y yo estoy feliz de ser mimada. Tatia no se aparta de mi en todo el momento, y no puedo evitar sentirme nostalgica, al pensar en cuando ella misma había estado embarazada, su parto nos habia unido y ahora ella parecía decidida a acompañarme por completo en mi embarazo, sus cachorros habían sido enviados a hogares donde estaban mejor y con personas que realmente pudieran darles todo el cuidado del mundo, pero la idea de ser separada de mis bebés consigue hacerme llorar desconsolada mientras le pido perdón por haberla separado de sus bebés, así que ahora, luego de casi una hora de llanto, Aurora y Aaron me miran con preocupación mientras intento explicarles que estoy bien.

— Ya, ya mami, shhhh — Intenta Aurora acariciando mi cabeza de forma torpe con su mano, Aaron la imita, palmeando mi rodilla con expresión tan preocupada que solo consigue hacerme llorar más.

Marcus nos encuentra así, yo, envuelta con la manta de Aaron (que me ha dado para intentar calmarme) y Aurora luciendo estresada mientras me obliga a tomar un sorbo de "té" que consiste en agua del grifo y una cucharada de cacao en polvo sin revolver.

— ¿Qué están haciendo? — Pregunta Marcus apareciendo por el elevador, mis hijos supiran dramáticamente y corren por su padre, Aaron signando tan rapido que es prácticamente un balbuceo, Aurora pone ambas manos en sus caderas

— Papi, no dejes a mami sola — Se queja mi niña, Marcus levanta una ceja ante el tono de la niña, que tira de él — Es tu novia, tienes que cuidarla, tiene bebés en la panza — Insiste, haciendome reír lígeramente

— Si, bebés — Coincide Aaron, pero  levanta sua brazos, pidiendo a su padre que lo cargue.

— Estoy bien — Me quejo,  limpiando mis lágrimas y haciendo un puchero cuando Marcus se sienta a mi lado, Tatia gruñe en su dirección cuando se acerca, pero rápidamente lame su rostro al darse cuenta que solo quiere abrazarme.

— ¿Estámos sensibles, hoy? — Pregunta divertido, yo asienro, buacando su calor.

— Mira papi, le hice té — Asegura  Aurora tomando la tasa y prácticamente obligando a su padre a tomarla. Marcus traga y tengo que contener la risa al ver su expresión,  sus labios manchados por la cocoa caliente, el hombre parece a punto de vomitar, pero consigue murmurar un "rico" antes de escupir de forma disimulada en una de las macetas decorativas.

— Eso es grosero — Me quejo, pellizcando su costado mientras él se limpia la boca con la manta de Aaron.

— No te veo a ti tomando el té — Se queja, carraspeando y haciendo una mueca de asco, Aurora, que ha ido a llevar la taza de regreso a la cocina, vuelve contenta y mira a su padre con seriedad.

— Papito — Comienza, con tono molesto — no puedo cuidar sola a mami y a mi hermano — Se queja, negando, riñendo a su padre con saña, Marcus la mira perplejo — ¿Como vamos a hacer cuando loa bebes estén aqui?

Yo asiento, completamente interesada en la forma en que nuestta hija parecía haber estado pasando mucho tiempo con su abuela.

— Primero...Claro que cuido bastante bien de tu mamá, muchas gracias — Se queja Marcus, cargando a la niña en su regazo  — Y segundo...¿Que mosca te picó? ¿Desde cuando me riñes?

Aurora se ríe cuando él le hace cosquillas, la niña se acomoda entre ambos, luciendo contenta, es una niña dulce, pienso mientras la observo mirar con adoración a su padre. Allison hizo algo bien, al final,   incluso si la odio por haberme dejado una responsabilidad que no me correspondía...No es culpa de los niños, y tal vez a fin de cuentas sea lo mejor para todos.