Dos días después de la fiesta en la piscina y de revelar que seré papá de nuevo, tengo que admitir, me siento...un poco menos...tenso.
Habia decidido seguir el consejo de Anna y hablar con papá sobre el asunto del embarazo, porque la preocupación y el estrés consigue hacer que mi mente vaya en dirección equivocada, la noche anterior, Anna había estado en el baño toda la noche, pálida e incapaz de mantener incluso una gota de agua en su estómago. Y cuando finalmente se habia quedado dormida, yo habia encontrado mi camino hacia mi oficina, observando la caja fuerte detras del librero con un poco de demasiado interés.
Sé que no debería tener drogas en casa, es básicamente la razón por la que había jodido las cosas en primer lugar, pero una parte de mi se pregunta constantemente si...si seré capaz de negarme aún teniendolas.
Es tonto, y sé que debo deshacerme de ellas pronto.
Asi que decidí invitar a papá al club, tener una conversación de hombre a hombre, y admitir finalmente mis preocupaciones. Mi terapeuta coincide con Anna en el asunto de que soy demasiado parecido a mi padre, y al parecer todo el rencor que tuve por el cuando murió mi madrez aunque no arruinó nuestra relación padre-hijo parecía haber hecho mellas ahora en todo el asunto con el origen de mis traumas.
Mi madre.
Sea...lo que sea que eso signifique. La terapeuta definitivamente no parecia dispuesta a explicarme más a menos que hable con papá, así que aquí estamos, en medio del campo de golf, pretendiendo que disfruto de la actividad mientras observo a papá, físicamente somos identicos eso lo he sabido toda la vida, tiene casi sesenta años, por lo que su cabello, que comenzó a volverse canoso desde los treinta y pocos era ahora casi completamente gris, su espalda habia comenzado a molestarle, pero además de eso y de su infarto cuando Carrot casi muere hace años, el hombre era tan sano como una cabra.
— ¿Estás nervioso? — Me pregunta sin mirarme mientras calcula la distancia entre la pelota y la siguiente banderilla. Cuando no respondo, me mira — Por Anna.
Trago con fuerza, odiando ser tan...predecible.
— Estoy asustado — Admito, decostandome en el carrito, papá se arquea, levantando el palo de golf listo para golpear — Yo...no dejo de pensar en mamá — Admito, papá da un golpe erroneo, levantando un gran bloque de tierra con el palo y perdiendo el equilibrio lígeramente. Alarmado, me acerco a él, pero me aparta, carraspeando y mirando alrededor, avergonzado.
— Vamos al restaurante — Murmura finalmente, frunciendo el ceño y mirando la pelota, que permanece aún en el piso, junto al pequeño crater que el hombre habia dejado.
— ¿Estás bien? — Pregunto mirando a papá, inquieto con su reacción, él suspira mientras que carga los palos de golf en el carrito, me monto a su lado. Papá toma una respiración profunda.
— La paternidad no es fácil — Dice mientras conduce — Creí que con dos niños no esperabas esta conversación — Apunta, mirandome.
— Es diferente, no tuve que lidiar con...lo demás — El embarazo, el parto, las complicaciones. Papá asiente.
— Juro que tu y Harold bien podrían ser mellizos — Murmura riendo entre dientes — Después del aborto de Radha también estaba como loco.
Dejo escapar una respiración entrecortada, mi hermano ha ia lidiado con no una, pero dos perdidas con su esposa, él realmente habia estado anhelando tener a su pequeña hija.
— No sé si yo pueda soportar eso — Admito, estoy estresado solo con el hecho de que esté embarazada y todo lo que puede ir mal, que la posibilidad de que pueda perderlos....Dios, me volvería loco.
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Maldito Corazón - A Hoffman Story
RomanceSegunda parte de Maldita Obsesión. Dos años desde que su vida entera había cambiado por completo. Dos años desde que la mujer que había arruinado su vida le había dejado una ultima herida, y dos años sin Anna. Luego de un año entero de terapia y fi...