19. Anna

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— ¡Oh Por Dios! — Chillan Vanessa y Katherine viendo mi anillo,  y no puedo evitar sentirme algo halagada al ver sus expresiones de asombro.

— No lo puedo creer — Dice Vanessa  — ¿Cuando? ¿Como?

Me sonrojo lígeramente al pensar en la respuesta a sus preguntas, después de todo, inplicaban un par de recuerdos obscenos, sin embargo, intento mantener la calma. Porque Marcus había prometido "compensarme" por la forma en que me habia pedido ser su esposa, pero nada superará el hecho de que me había hecho el amor y me había hecho sentir especial mientras lo hacía.

— Es un secreto — Digo en cambio, antes de añadir al ver sus ojos en blanco — Pero fue en la India, y es el anillo de su madre.

Katherine suspira con ojos soñadores.

— No puedo creer que dejaste a Patrik y ahora estás comprometida con Marcus — Murmura Vanessa cruzandose de brazos, estámos reunidas en la sala del departamento de Marcus, luego de haber regresado a Nueva York, él se había encargado de que todas mis cosas fueran trasladadas de cada de Patrick hasta aquí.

Casa que había sido al parecer puesta en venta de forma repentina y no había ningún rastro de Patrick.

— La verdad ya se estaban tardando — Asegura Katherine riendo entre dientes — Patrick era un patán.

Suspiro, ellas no tenían ni idea.

Vanessa toma una de las tartaletas que hay en la encimera y da un mordisco, observo su reacción,  porque ha pasado un tiempo desde que cociné por mero gusto, y desde que volví de la india, a pesar de todo lo que hay en mi mente,  he tenido la inspiración para cocinar de nuevo.

Mi amiga cierra los ojos y deja escapar un suspiro satisfecho.

— Dios, Anna esto es el cielo — Se queja, saboreando y dando un nuevo mordisco, sonrío, porque las había hecho especialmente para Marcus, con frutilla y una capa de chocolate con salsa de arándanos — Definitivamente tienes que abrir la pastelería.

Katherine asiente

— Deberías — Coincide, tomando uno de los croissants con salsa de pistachos — Y contratarnos, prometemos no comernos todo el inventario.

— Pronto — Les prometo — Quiero tener todo bien planeado antes de lanzarme a hacer algo así, son...muchos gastos, muchas cosas que pensar.

Mis amigas me miran

— Hey, llevas retrasandolo dos años, dijiste que lo harías en cuanto te graduaras — Apunta Vanessa frunciendo el ceño — Además, no es como...tu situación de antes — Apunta, mirando alrededor al lujoso departamento y levantando una ceja en mi dirección,  Katherine asiente

— Y ya te graduaste ¿Por qué no hacerlo? Es tu sueño — Me recuerda,  mordiendo su croissant — Además, con lo bien que horneas, seguro vas a hacer una fortuna.

— Supongo...supongo que es momento de empezar — Admito, mordiendo mi labio inferior, no muy segura de como sentirme al respecto.

— Oye, pase lo que pase, estamos aquí — Asegura Vanessa tomando mi mano y apretando lígeramente —  y vamos a estar contigo el resto del camino — Promete con una sonrisa dulce.

Sonrío en respuesta, asintiendo, mis amigas, pienso, son las mejores.

Ellas se van luego del almuerzo, y yo miro la hora, sintiendome inquieta, Marcus ha llevado a los niños a casa de sus padres en lo que él atendía un par de negocios a nombre de su padre, y comienzo a sentirme ansiosa cada vez que me encuentro a mi misma sola en casa.

Maldito Corazón  - A Hoffman StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora