Maldito Corazón - A Hoffman Story

3. Anna

Tan pronto como Marcus se retira, Patrick me da una mirada molesta y se retira a la habitación.

— Cariño, por favor  — Me quejo, yendo tras él, consciente de que no le había gustado en absoluto lo que había estado vistiendo cuando regresó, mis pezones se veian a traves de la tela y realmente no mo había notado hasta que Marcus me había mirado como si estuviera dispuesto a follarme en la entrada.

No voy a mentir, ha pasado tanto tiempo desde que recibí ese tipo de mirada de su parte que no había sabido como reaccionar. Marcus se veía...bien, guapo, su barba de un par de días y el cabello revuelto era definitivamente su atractivo,  y la mirada de ojos cobalto se sentía casi electrizante.

Y Patrick lo había notado.

Mientras Marcus discutía con Aurora sobre sus alergias, Patrick había tirado de mi lígeramente.

— ¿Es necesario excibirte casi desnuda frente a otro hombre? ¿Mientras yo estoy fuera con la niña? — Había preguntado,  lo que me había hecho sentir terrible.

— No estoy de humor, Anna — Dice ahora, mientras entra en la habitación, lo que se que significa que discutiremos, cierro la puerta tras de mi, cruzandome de brazos.

— ¿Realmente vas a hacer de esto un problema? — Pregunto — No es como si me hubiera  vestido para él.

— Ya, porque es tan sutil la forma en que te mira — Se queja — ¿Crees que no me doy cuenta que quiere meterse entre tus piernas de nuevo?

Enrojezco, entre avergonzada porque sé perfectamente a qué mirada se refiere y molesta por la forma en que lo dice.

— ¿Y es conmigo con quien tienes que molestarte? — Pregunto, ofendida,  Patrick entecierra los ojos en mi dirección y se acerca hasta atraparme entre su cuerpo y la pared.

— No me molesto contigo — Asegura, poniendo sus manos en mi cintura — Me molesta que te mire, eres mía ahora,  Anna, él tiene que entenderlo.

Dejo escapar un suspiro tembloroso cuando sus manos presionan mis caderas con fuerza, rodeo sus hombros con mis brazos

— Hey, lo siento, de verdad — Murmuro contra su cuello, sintiendo latir mi corazón con fuerza, Patrick gruñe lígeramente,  deslizando sus manos hasta mi trasero — La próxima vez me cubriré más ¿Está bien?

Él asiente lígeramente antes de buscar mis labios, besandome lentamente pero mordisqueando un poco mi labio inferior.

— No quiero perderte, Anna — Susurra contra mi oído, enviando un escalofrío por mi cuerpo — Es todo — Asegura — Tu eres lo mejor que ha pasado en mucho, mucho tiempo.

Lo miro, sin saber realmente que responder,  la forma dulce en que me habla mientras tira de mi hasta la cama es simplemente...hipnotizante. Me hace cosquillas, haciendome reír y finalmente consigo relajarme.

Patrick me sonríe con cariño, y cualquier rastro de enojo desaparece,  el hombre solo está celoso pienso, sé que en parte es mi culpa, después de todo, yo habia permitido que la mirada de Marcus me pusiera nerviosa.

Patrick se incorpora lígeramente,  mirandome con intención en su mirada.

— Desnudate — Pide mientras se quita la camisa,  yo obedezco, queriendo demostrarle...y tal vez demostrarme a mi también que estoy comprometida con hacer que las cosas funcionen entre ambos.

Una vez que estoy desnuda y expuesta para él, Patrick  rebusca entre los cajones un par de condones, depositandolos en la cama antes de mirar mis pechos,  que probablemente son su parte favorita de mi cuerpo. Se inclina y besa mi cuello, tomando mis senos en sus manos. Las suyas son suaves y cálidas, firmes mientras masajea mi pecho y besa mi cuello, buscando el punto sensible detrás del lobulo de mi oreja.