Maldito Corazón - A Hoffman Story

32. Marcus

Es viernes por la tarde y estoy peinando a Aurora mientras la escucho platicarme sobre su día en la escuela, mi nena finalmente ha hecho una amiga y está jodidamente feliz al respecto, por lo que me siento orgulloso.

Esta noche nos invitaron a cenar en casa de la tía Alenna, ahora que sabemos que existe un parentesco adicional en la familia,  bueno...nos hemos acercado un poco más, siempre tuve buena relación con mis tíos, el tio Klaus definitivamente estuvo conmigo bastante tiempo, y ocasionalmente hacia negocios con el tio Dmitri, la tia Alenna y el tio Lucas vinieron en Vienna por unos años hasta que la abuela murió y finalmente habian regresado a Estados Unidos hace un año y medio,  por lo que siguen acostumbrandose a la ciudad. 

Anna está emocionada, principalmente porque está usando el nuevo vestido de maternidad que compré para ella y que le sienta malditamente bien, ajustandose a sus curvas y haciendo ver su vientre jodidamente adorable. Aurora tiene un vestido a juego,  con volantes y un par de sandalias que combinan con las de su madre, ver la forma en que finalmente parecía estar aceptando cada detalle de la relación entre ambas, hace que me sienta orgulloso.

Ver a Anna ser madre me hace saber que finalmente había escogido a la mujer correcta, y mierda, no saben cuanto lamento haber estado ciego por tanto tiempo.  Pero ahora no lo estoy, así que pienso dedicarme a adorar a mi mujer con todo lo que tengo, incluso si su terquedas con respecto al embarazo comienza a sacarme canas.

— Papi, ¿Cuando van a nacer los bebés? — Pregunta Aurora mientras está sentada frente al espejo del baño, esperando pacientemente a que yo termine de peinarla.

Y no es por presumir, pero me estoy volviendo realmente bueno en esto. Admiro el cabello de mi hija antes de responder, definitivamente había heredado las ondas oscuras de su madre, y gracias a los consejos de mamá realmente he aprendido como cuidar de su cabello, le he hecho un moño recogido, con dos pequeñas trenzas el los laterales y sus ondas oscuras sueltas en la parte trasera.

— Aún faltan unos tres meses — Respondo,  observandola juguetear con sus uñas de forma nerviosa, Alenna había dicho que debiamos fomentar su confianza en nostros, responder sys preguntas de la forma más clara posible, la llegada de loa bebés realmente estaba generando problemas en ella.

Allison la había abandonado poco después de tener a Aaron. Y aunque ella se estaba tomando bien lo del embarazo y Anna se aseguraba de validar sus sentimientos todo el tiempo,  será un gran ajuste para todos, especialmente ya que son dos bebés en lugar de uno.

Ella asiente, luciendo pensativa. Tomo sus manitas, distrayendola de picarse en las uñas.

— ¿Algo te preocupa, preciosa? — Pregunto,  apoyandome en la encimera, elma está sentada con las piernas cruzadas, me mira por el espejo con aprehensión.

— ¿Soy mala papi? — Pregunta,  y Dios, me rompe el corazón al igual que cada vez, aún no entendemos porqué lo pregunta y me preocupa pero Alenna dice que debemos ir con cuidado, no presionarla y darle tiempo de sentirse comoda con respondernos.

— Claro que no — Le aseguro, igual que cada vez, beso su mejilla haciendola sonreir — Eres una niña buena y dulce, mi princesa — Le aseguro, ella se gira y me abraza  con fuerza.

— Te amo — Dice en un susurro. Yo la abrazo de vuelta

— Tambien te amo, eres mi nenita — Le aseguro.

— ¿Incluso si mami tiene una niña? — Pregunta luego de un rato. Yo asiento, tomando sus manitas de nuevo y obligandola a mirarme.

— Sean niños o niñas – Comienzo, mirandola a los ojos — Nunca vas a dejar de ser mi princesa ¿de acuerdo? Eres mi hija Aurora, además, si hay una hermanita vas a tener con quien jugar a las muñecas y con quien tener desfiles de moda y todas esas cosas que Aaron no quiere hacer contigo — Apunto, ella hace una mueca