Maldito Corazón - A Hoffman Story

24. Marcus

Me dejo caer en el sillón, disfrutando de mi Whiskey, listo para comer mi filete mientras que Anthony me mira, luce como si algo lo molestara, mkra su telefono de forma nerviosa y definitivamente está estropeado mi buen y humor.

— Te invité para celebrar, no para que tengas cara de culo — Me quejo,  el hombre, serio como siempre me lanza una mirada irritada antes de dejar su teléfono en la mesa. Y centrarse en su propia cena, luciendo un poco hambriento, lo observo por un rato, intentando como llevar la conversación, algo lo estaba molestando — ¿Estás bien? — Ofrezco,  mi amigo niega, encogiendose más sobre su plato, levanto una ceja en ceja en su dirección pero finalmente suspira y me mira

— ¿Realmente tengo que estar aquí? Tengo que trabajar — Se queja, mirando el reloj en la pared, el movimiento hace que note que su propio reloj podria necesitar remplazo.

— No te obligo a quedarte — Apunto, conozco la situación de Anthony,  pero al igual que Anna, se niega a aceptar nada que no sea ganado con esfuerzo propio,  y cuando intenté aunentar su sueldo, el hombre se habia negado — Toma un descanso, hombre...no vas a servir de nada si te agotas — Apunto al ver la mirada amenazante que me dedica — Ya sabes, dudo que tus padres aprecien el esfuerzo su te termina matando el cansancio.

El suspira, luciendo agotado.

— Lo siento, es solo...— ¿Es eso un sonrojo que veo? Me da una mirada de reojo — Hay una chica que realmente me está afectando — Confieza finalmente,  levanto las cejas ahora genuinamenge impresionado

— ¿Tu? ¿Una mujer? — Pregunto,  él gruñe en mi dirección

— No soy de piedra — Murmura frunciendo el ceño — Y ese es el problema — Añade cerrando los ojos, frotando su rostro con fuerza, lo que me hace reír.

— Mierda, parece que alguien tiene un severo caso se bolas azules — Me mofo,  él suspira.

— No tienes idea — Murmura, regresando su atención al filete frenge a él de mala gana —  Pero no tengo tiempo para una mujer, Theo comienza la secundaria en unos meses y estoy ahorrando para sus libros de texto — Explica, sonando inquieto, yo asiento, su hermano menor es casi como un hijo para él, con ambos padres enfermos y sin hablar bien el idioma, Anthony se ha tenido que hacer cargo de su familia y mierda, no lo envidio, por el contrario, realmente lo admiro.

— Mi oferta sigue en pie — Digo lentamente, me habia ofrecido a pagar por la educación de su hermano, cono parte del contrato que le habia ofrecido hace dos años, pero él se habia negado, testarudo como siempre.

— Sabes que no puedo aceptarlo — Se queja, antes de añadir con una sonrisa — Aunque gracias por las zapatillas, de verdad, el mocoso estaba feliz como la mierda — Asegura con orgullo, yo asiento, su hermano era gran fanatico del soccer, y recordando como yo mismo habia quedado debastado con mi rodilla herida hace años, estaba dispuesto a patrocinar los sueños de un niño, asi que le habia regalado un par de zapatillas para jugar, Anna le ha ia obsequiado el uniforme de la temporada, para su cumpleaños hace un par de días.

— No hay de qué — Digo sinceramente antes de preguntar  — ¿Y que hay de esta chica? Deberias relajarge un poco...ya sabes, algo casual. Necesitas liberar el estrés de forma ocasional.

Anthony me mira,  es una mirada que no entiendo, casi como...culpable y atormentado, me pregunto en qué demonios estará métido.

— Seh... eso no va a funcionar — Dice negando luego de un rato, volviendo su atención a la cena frente a el — No es ese tipo de mujer.

Asiento, él sabría que hacer con su vida, es un hombre adulto después de todo, y realmente no se puede presionar a Anthony demasiado, es hermetico, dificil de descifrar lo que piensa y aunque lo niega, es un cascarrabias de primera.