Maldito Corazón - A Hoffman Story

6. Marcus

Aún creo que estoy soñando cuando  veo a Anna en mi cama, vestida solamente con una de mis camisas y luciendo jodidamente preciosa mientras duerme plácidamente. 

Habia recibido su llamada en la madrugada, y tengo que admitir que me habia prometido a mi mismo controlarme, no presionarla más de lo que ya lo había hecho al pedirle que viajara conmigo a la India, pero en cuando la había visto nuevamente en mi  apartamento. Como una visión eterea...

La necesitaba.  Terriblemente.

Así que cuando Aaron había llorado, realmente había creido que moriría, que ella simplemente desaparecería de nuevo.

Me había tomado un buen rato dormir al niño de nuevo, pero había regresado a la habitación tan rápido como pude, para encontrar a Anna profundamente dormida en mi cama, con Tatia cómodamente abrazada a ella, luciendo hermosa.

Suspirando y viendo la hora, deseando tener más tiempo para hacerle exactamente lo que había estado fantaseando desde hace un año, pero realmente nos iriamos de viaje temprano.  Así que acaricio a Tatia, obligandola a apartarse para poder recostarme junto a Anna,  despertarla con una caricia.

Sus pestañas se mueven lígeramente antes de abrir sus ojos por completo y Dios, es tan jodidamente hermosa que siento un nudo en mi pecho, acaricio su mejilla,  necesitando su cercanía. Hace tiempo la idea de ser tocado me había hecho sentir enfermo, ¿Ahora? No tenía suficiente de ella, la beso, suavemente esta vez, es un beso húmedo,  largo y completamente con la intención de excitarla, de tentarla.

Aunque teniendo en cuenta la punzada de dolor que llega desde mi entrepierna al sentir la piel  suave de sus muslos contrs los míos, quien estará tentado toda la mañana seré yo. Ella me recibe fácilmente, casi ansiosa y dejando escapar un pequeño gemido de necesidad, sus uñas acariciando lígeramente mi hombro.

Me obligo a mi mismo a detenerme, sintiendome torturado cuando ella se queja, pidiendo más.

- El avión sale en una hora - Murmuro, mordisqueando su labio - Tenemos que irnos.

Ella deja escapar un suspiro tembloroso y asiente, sin embargo tarda un rato adicional en dejarme ir.

No voy a mentir, sé que tenemos mucho de que hablar, y la mujer aún podría arrepentirse, así que más me vale tenerla en la India antes de que cualquer pensamiento de irse nuevamente comience a llegar a su mente.

Así que me doy una ducha rápida mientras ella va por Aurora, preparandola para el viaje, es un viaje de doce horas, por lo que realmente prefiero llevar a los niños aún adormilados para tener un poco de paz,  he dejado las maletas listas desde la noche anterior, escucho vagamente a mi hija parlotear al respecto del viaje, estoy casi seguro de que no durmió más de un par de horas desde que le di la noticia. Normalmente viajamos a la India una o dos veces al año, y ahora que Harold había tenido finalmente a su bebé con Radha, todos queremos ir a conocer a la pequeña princesa.

Es el primer viaje de los niños, así que realmente estaba algo emocionado al respecto. Incluir a Anna a la mexxcla hacía que me sintiera jodidamente nervioso, no solo porque ella había accedido a venir conmigo, sino porque realmente planeo conquistarla por completo, convencerla de que su lugar es a mi lado, que estoy dispuesto a ser su esclavo si es necesario.

Mi familia posee dos aviones privados. Uno que mis padres usan para sus viajes "personales" y otro para los viajes familiares. Pero con tantos hijos, eventualmente ambos son usados continuamente.  Mamá y papá viajarian con los quintillizos y las gemelas, mientras que Matt y Max iran conmigo, Anna y los niños, lo que sinficaba que realmente no tendriamos demasiada privacidad.  

Max está sentada en una de las sillas, reclinada cuando embarcamos, el avion de mis padres salió la noche anterior, por lo que probablemente  llegarian pronto, yo habia decidido retrasar el viaje un poco más, en caso de que Anna necesitara más...convencimiento en aceptar mi propuesta, mi hermana tiene puesto un par de audifonos y su cabello rubio atado en una coleta, levanta ambas cejas al verme entrar con Anna.