Hago una mueca de dolor cuando siento la pequeña pelea sucediendo dentro de mi, mis ojos se humedecen a causa del dolor y me tengo que detener en medio de la calle, Aurora, a quien llevo de la mano se detiene preocupada de inmediato.
— ¿Mami? — Pregunta alarmada, yo intento respirar de nuevo, tranquilizarla, pero me falta el aire y me cuesta respirar, los bebés están inquietos y mi abdomen se siente rigido.
Cuando finalmente consigo respirar, comienzo a sentirme mareada. Estoy con la niña y es tarde, Alenna habia recomendado hacer algunas actividades juntas, y dado que en unos días sería la fiesta de revelación de sexo de los bebés y estoy cerca de las treinta semanas, quería disfrutar de un rato con mi nenita.
Asi que la había llevado al centro comercial para escoger cosas que formarian parte de la decoración de la habitación. Pero habia sido terca y decidido que caminar sería buena idea, sin embargo los bebés no me están dando tregua hoy.
— Estoy bien, nena — Le aseguro, intentando incorporarme — Solo...solo necesito sentarme un rato — Murmuro, intentando buscar un banquillo alrededor, pero antes de que tenga la oportunidad siento un hombre acercarse, y mis alarmas se encienden de inmeidato, tomo a Aurora un poco demasiado fuerte y la pongo detrás de mi.
— Tranquila, hermanita — Se queja Scott llegando a mi lado, sé que es él porque ni podria olvidar su voz, me toma por el brazo luciendo preocupado — ¿Qué es? ¿Qué tienes?
— Tio Scott — Saluda Aurora soltandose de mi y buscando los brazos de su tío, que le sonrie con facilidad y acaricia su cabello oscuro.
— ¿Qué...qué estás haciendo aquí? — Pregunto alarmada, mirando alrededor y notando a otros dos hombres de aspecto peligroso a cierta distancia, formando una especie de barrera — ¿Me estás vigilando? — Pregunto sintiendo un nudo en la garganta.
Mi hermano me mira de arriba a abajo, deteniendose un segundo en mi vientre hinchado.
— Solo pasaba a saludar, no esperaba...tu estado — Admite, luciendo consternado — No me habria acercado de no haberte visto mal.
Trago con fuerza, el dolor nuevamente invadiendo mi abdomen inferior, y una punzada de miedo llenando mi pecho, porque algo se sentía incorrecto. Scott se arrodilla frente a Aurora.
— ¿Recuerdas que hacer en emergencias? Tu tía necesita ayuda — Dice, Aurora me mira luciendo ansiosa y luego a mi hermano.
— Soy...su madre — Digo, sintiendome a la defensiva, Scott se encoge de hombros y mira a mi niña con dureza.
— ¿Recuerdas lo que te enseñé? — Niego, aún con dolor, tiro de Aurora lejos de él.
— Ella no...no...necesita mada que tu o Allison le hayan enseñado, ella es mi... — Scott me ignora y tira de mi bolso, rebuscando en él mi teléfono, quiero detenerlo pero me siento al borde del desmayo.
— Llama a tu padre — Se limita a decir tendiendole el teléfono a la niña — Dile que tu...madre necesita ayuda.
Quiero replicar, pero me aferro al brazo de Aurora mientras ella sostiene el telefono luciendo alarmada y asustada, su mirada yendo de Scott a mi y viceversa. Mi hermano sin embargo, me da la espalda y los hombres que van con él también desaparecen rápidamente por un callejón. Siento nauseas y mis piernas débiles.
— ¿Mami? ¿Que hago? — Pregunta Aurora, mirando el telefono — ¿Llamo a papi?
Asiento. Sintiendo miedo cuando la sensación de algo saliendo entre mis piernas llega. Aurora no duda en llamar a Marcus de inmediato, él debe estar saliendo del trabajo, probablemente manejando a casa, así que realmente espero que responda.
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Maldito Corazón - A Hoffman Story
RomanceSegunda parte de Maldita Obsesión. Dos años desde que su vida entera había cambiado por completo. Dos años desde que la mujer que había arruinado su vida le había dejado una ultima herida, y dos años sin Anna. Luego de un año entero de terapia y fi...