2. Marcus

1.7K 209 32
                                    

Maldigo lígeramente mientras estaciono el coche frente al edificio de tres plantas en el que vivia el Dr. O'inutil sintiendome completamente irascible.

Sé que no debería estar aquí, no estando aún alterado por la necesidad de consumir. La noche anterior había sido terrible, y luego de casi un año limpio, la urgencia de hacerlo era increíble llamativa.

Había intentado acudir a un club para distraerme, tal vez encontrar una mujer para intentar pasar el rato.

— Ni se te ocurra arruinar la felicidad de esa chica — Había dicho mamá cuando finalmente había confesado de lo que me había enterado recientemente,  Patrick le pediría matrimonio a Anna. Eventualmente.

Así que estoy bastante...tenso.

Y despertar para recibir su mensaje que de que Aaron tenía una infección en el sitio de entrada del monitor de glucosa que yo mismo había cambiado me había hecho sentir aún más miserable.

Y claro, Patrick es pediatra, él tenia que venir con su culo estirado y sonrisa de mierda para salvar el día, la sola idea de Anna agradeciendole con una sonrisa brillante y hermosa hace que se me revuelvan las tripas.

Si no tenía problemas de ira antes, definitivamente los tendré pronto.

Podría matarlo y pretender que fue un accidente, definitivamente tengo los recursos para hacerlo, estuve a punto hace un año y medio, cuando invitó a Anna a salir por primera vez, pero...ella merece ser feliz.

Yo podría hacerla feliz, creo, definitivamente puedo dedicar mi vida a intentarlo...si tuviera la oportunidad.

Ella había sido clara en su carta, quería y necesitaba alejarse de mi, solo...no esperaba que me superara tan rápido, y mierda, esa había sido la razón por la que me había alejado, por la que había decidido tomar un tiempo para concentrarme en sanar, en ser mejor para ella...

Pero Patrick había llegado, completamente dispuesto desde el primer momento y yo...yo lo había dejado, porque creí que tal vez era cierto, tal vez ella merece a alguien más, alguien que la ame.

Pero yo la amo, y la dejé ir.

La dejé ir y no hay momento en el que no me arrepienta. Saber que se habia mudado con él me hizo sentir desesperado, pero ahora...sabiendo que quiere ser su esposo. No puedo permitirlo.

Pero algo me detiene.

Saber que entrometerme implicaría arruinar su felicidad. Si elma es feliz con él...yo solo estaría arruinando su vida de nuevo, sería egoista de mi parte...

Tomandome un par de minutos para recobrar la compostura,  finalmente salgo del coche y me acerco al departamento,  Anna abre la puerta casi de inmediato,  y verla hace al igual que siempre que mi corazón lata con fuerza. Ha dejado crecer su cabello, por lo que ahora es largo hasta la cintura y se ondula suavemente, el rubio se había desvanecido hace un tiempo,  pero su cabello seguía siendo claro como el caramelo.

Su cuerpo se había llenado de una forma que conseguía volverme loco, dos meses atrás la vi en traje de baño y mierda,  ocultar la erección mientras que Aurora intentaba convencerme de ir a nadar con elma había sido dificil. Anna siempre ha tenido un cuerpo mortal, mi mente aún reproduce los bailes sensuales en los momentos más inapropiados.

Trago con fuerza al verla, tiene puesto un par de shorts de pijama y una blusa de tirantes sin sostén, por lo que sus pezones son difíciles de ignorar.  Ella se sonroja de forma preciosa al notar mi mirada,  se cruza de brazos, ocultandolos de mi vista y haciendose lígeramente a un lado, permitiendome entrar.

— Papi — Llama Aaron desde el sofá, mi hijo parege haber estado llorando, tiene puesta su pijama y su cabello estaba alborotado — Ven

— Hola, campeón  — Digo entrando, Anna se limita a asentir a modo de saludo, cierra la puerta tras de mi mientras voy por mi hijo — ¿ Como te sientes? — Pregunto cargandolo, se siente caliente y lígeramente sudado, miro a Anna por información.

Maldito Corazón  - A Hoffman StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora