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Una semana después

SEBASTIAN

—Eh, Alex, ¿este cacharro anda hacia delante o hacia atrás? Porque llevamos más de media hora de retraso y nos faltan doce kilómetros todavía —protesta Drew, desde los asientos traseros de la caravana del abuelo de nuestro ala cerrada.

Nuestro plan original –cuando recibimos este mapa de búsqueda del tesoro de parte de Mara – era dividirnos y venir en varios coches, pero Alex se empeñó en que cogiéramos la caravana, alegando que "así era más auténtico" y que somos unos aguafiestas.

Así que aceptamos y he aquí el resultado.

A este paso, va a ser un milagro que lleguemos antes de la hora de comer.

—Calla y disfruta del paisaje, del resto me ocupo yo.

—Ya, eso has dicho hace media hora — protesta Devon, pero el aludido hace caso omiso.

Alex es el tío más relajado que conozco. Nunca se queja y apenas dice palabrotas. Tiene la paciencia de un santo para aguantar las quejas de los gemelos, eso desde luego.

—Joder, Nick, deja de echarte esa cosa. Estás dejando un pestazo que flipas aquí detrás — Troy le está recriminando a Nick, no por primera vez, que se esté echando repelente para insectos compulsivamente.

Es verdad que el chaval es blanco como la leche y pecoso, lo que lo hace especialmente sensible a las quemaduras y picaduras, pero creo que está exagerando un poco, sí.

—Soy alérgico, idiota. Además, para ti es fácil decirlo.

—¿Lo dices porque soy negro? —apostilla, en absoluto ofendido. Ambos bromean a menudo con el contraste de su piel y nadie se siente escandalizado. Tenemos muy buen rollo todos y Troy sabe que jamás iríamos en mal plan.

Aunque por desgracia, en el campo ha tenido que aguantar más de un insulto racista.

Él dice que ya está acostumbrado, pero a mí me parece una mierda. La gente da asco.

Todos nos reímos y Charles sube la música aún más, bailoteando desde su asiento como si no tuviera ninguna preocupación en la vida. Cómo lo envidio.

—Seb, ¿ahora a la izquierda o a la derecha?

—Espera. Eh...derecha.

—¿Seguro capi?

—Del todo.

—¿Ves? Deberíamos haberle dado el mapa antes a Seb, por tu culpa nos hemos perdido dos veces —le espeta Drew a Nick, que se pone de un rojo alarmante. No tarda en estallar una discusión entre los dos a la que el resto asistimos, con diversión.

Incluso Stephen, que ha estado callado prácticamente todo el camino, con los auriculares puestos, se ríe.

La verdad es que está siendo un viaje guay. Todos lo necesitábamos para relajarnos un poco y desconectar. Mara sabe lo que hace.

Ya tengo ganas de que lleguemos para ver lo que nos tiene preparado. ¿Habrá montado todo esto sola?

Apuesto a que mi hermana la ha ayudado. Vaya par...

—¿Qué creéis que nos tiene preparado la entrenadora? —inquiere Alex, emocionado como un niño en busca de aventuras.

La verdad es que todos nos contagiamos de ese buen rollo y las palabras se me escapan sin que me dé cuenta.

—Apuesto a que será algo la hostia de genial.

Todos me miran raro, pero me encojo de hombros y sigo mirando el mapa.

Diez razones para romper las reglas ✔️ COMPLETA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora