Lamine Yamal, 17:44 p.m.
Hacía un calor sofocante.
El sol brillaba muy intensamente sobre el campo de entrenamiento.
Estaba en una plena competición amistosa con Héctor, para finalizar el entrenamiento humillandolo como de costumbre.
-¡Vamos, Lamine! ¿Eso es lo mejor que tienes? -se burló Héctor después de quitarme el balón con un rápido movimiento.
-Bro, si no me das ni la oportunidad, que más quieres. Tú esperate y comerás suelo, Héctor. Que aún no he terminado contigo -respondí, recuperando el balón con determinación y regateando con precisión.
Nuestra pequeña rivalidad siempre sacaba lo mejor de mí. Estábamos completamente inmersos en nuestro duelo cuando la voz autoritaria de Víctor, nuestro entrenador, rompió la concentración.
-¡Lamine! ¡Héctor! ¡Todos aquí, ahora! -llamó Víctor desde el borde del campo.
Nos detuvimos de inmediato, compartiendo una mirada de curiosidad.
¿Qué podría ser tan importante?
Mientras caminábamos hacia donde estaba Víctor, los otros chicos también se agruparon rápidamente, formando un semicírculo alrededor del entrenador.
-Escuchad todos, tengo un anuncio importante -dijo Víctor, su voz seria y firme-. Mañana a las 16:00 horas estáis todos citados en la sala de reuniones. Es crucial que nadie falte, tenemos una noticia importante que comunicaros. Y si alguien falta -me miró y me reí irónicamente, ¡yo nunca falto!-, si no trae el justificante del motivo será sancionado con dos partidos.
El murmullo de curiosidad se extendió entre nosotros, pero nadie se atrevió a preguntar nada en ese momento.
La seriedad de Víctor era bien conocida, y sabíamos que cualquier interrupción sería mal vista.
-Eso es todo por ahora. Seguid con el entrenamiento -concluyó Víctor, antes de alejarse para supervisar otra actividad.
Me volví hacia Héctor, nuestras caras reflejando la curiosidad y la inquietud.
-¿Qué es tan importante para el míster para que nos lo diga un día después? Normalmente se espera a que quede una hora y luego discriminarnos por llegar tarde -preguntó Héctor en voz baja.
-No lo sé, pero entonces es muy serio. Tendremos que esperar hasta mañana -respondí sonriendo, aunque mi mente ya estaba imaginando mil posibilidades diferentes.
Mientras volvía al campo para continuar con el entrenamiento, no pude evitar que mi mente divagara. ¿Qué podría ser tan importante como para convocarnos a todos de manera tan urgente?
Mis pensamientos vagaron hacia Salma. La posibilidad de verla en esa reunión me hizo sonreír.
☆☆☆
Salma Martínez, 17:53 p.m.Estaba en la cafetería de siempre, intentamdo disfrutar de un raro momento de tranquilidad, cuando mi móvil vibró con una nueva notificación.
Me acomodé en el sofá del fondo de la cafetería y abrí mi correo electrónico, leyendo el mensaje con creciente interés.
De: Administración de La Masia
Para: Todas las jugadoras
Asunto: Reunión Importante"Queridas jugadoras,
Se les informa que mañana a las 16:00 horas están citadas en la sala de reuniones de La Masia masculina. Es de vital importancia que todas asistan, ya que se comunicará una noticia relevante para el futuro de nuestro equipo y del programa de desarrollo.
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𝟑𝟎𝟒 • 𝕷𝖆𝖒𝖎𝖓𝖊 𝖄𝖆𝖒𝖆𝖑
Romanceℑ𝔫𝔠𝔩𝔲𝔰𝔬 𝔩𝔬𝔰 𝔮𝔲𝔢 𝔡𝔦𝔠𝔢𝔫 𝔮𝔲𝔢 𝔫𝔬 𝔭𝔲𝔢𝔡𝔢𝔰 𝔥𝔞𝔠𝔢𝔯 𝔫𝔞𝔡𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔠𝔞𝔪𝔟𝔦𝔞𝔯 𝔱𝔲 𝔡𝔢𝔰𝔱𝔦𝔫𝔬, 𝔪𝔦𝔯𝔞𝔫 𝔞𝔩 𝔠𝔯𝔲𝔷𝔞𝔯 𝔩𝔞 𝔠𝔞𝔩𝔩𝔢. 𝔖𝔱𝔢𝔭𝔥𝔢𝔫 ℌ𝔞𝔴𝔨𝔦𝔫𝔤.