¿Están listos para un ataque al corazón?
Sinopsis:
Cuando la reconocida cirujana Lalisa Manobal conoce a su idola, la campeona olímpica Jennie Kim, ¡las chispas vuelan al instante! Pero no saben que a ambas las espera una montaña rusa de emociones q...
Felicidad. No había otra forma de describir este día.
El cielo estaba azul, la mañana fresca y hasta había visto una pareja de palomas volando alegremente en mi camino al hospital.
Me sentía relajada, como hace mucho tiempo no lo estaba. Tenía una enorme sonrisa que apareció apenas despertar y no se borraba con nada.
Tenía la emoción recorriéndome el cuerpo y llenando mi cerebro de endorfinas a un punto casi insano, pero no podía parar. No quería parar.
Había sido el fin de semana más perfecto que tuve en años. Todo, cada minuto y segundo. Lo tenía grabado en mi mente. El sábado desayunamos juntas en una pequeña cafetería al lado del mar, pasamos toda la mañana caminando en la playa y luego regresamos al hotel para cenar y ver una película. Luego nos quedamos solo hablando, toda la noche hasta quedarnos dormidas. Parecía que no podíamos aburrirnos. Era extraño y al mismo tiempo tan sencillo estar a su lado.
Incluso esta mañana, cuando me desperté por segunda vez en sus brazos. Rodeada de su calor y su aroma tan delicioso, me sentía en las nubes. Tanto que apenas me importó llevar la misma ropa del viernes al trabajo. Cosa que obviamente no pasó desapercibido por mi mejor amiga.
ꟷSin llamadas. Sin mensajes. Simplemente desapareciste ¿Tienes idea de lo preocupada que estaba? ꟷJisoo llevaba reclamándome unos diez minutos mientras me cambiaba para ponerme el scrap, pero apenas podía ponerle atenciónꟷ ¿Y la señorita? Bien gracias.
ꟷLo siento. Estaba ocupada ꟷle respondo encogiéndome de hombros y ella me enarca una ceja.
ꟷPor lo visto te olvidaste de todo el mundo. ¿Tan buena es en la cama?
Imágenes muy vivas de uno de los sueños que tuve a su lado, se reproducen en mi cabeza y me veo obligada a esconder mi rostro, pero la sonrisa es incontrolable. No había pasado nada y no por falta de ganas, por el contrario. Ninguna quería echar las cosas a perder.
ꟷ¡Pero mírate! Ni siquiera es necesario que respondas ꟷse burla de miꟷ bien, solo por eso te perdono.
ꟷ¿No tienes alguna cirugía o algo? ꟷle pregunto avergonzada saliendo ya con mi bata blanca del vestuario y ella niega con la cabeza, siguiéndome.
ꟷNo aún.
ꟷ¿Piensas seguirme todo el día? ꟷpongo los ojos en blanco mientras recibo los reportes de mis pacientes de uno de mis internos.
ꟷNo, si me dices una cosa.
ꟷ¿Qué?
ꟷDel 1 al 10 ¿Qué tan bien lo hace? ꟷabro la boca indignada.
ꟷNo pienso responderte eso.
ꟷEso es un ¿10? ꟷme mira muy pagada de sí misma y el orgullo me puede.
ꟷ10 ni siquiera es suficiente ꟷle guiño un ojo y ella me sonríe de oreja a oreja.
ꟷEsa es mi chica.
ꟷEstás enferma.
Veo una leve sonrisa en mi interno y aunque quiero molestarlo, hoy estoy tan feliz que lo dejo pasar y solo lo mando por un café.
Había desayunado bastante bien, pero el café ya era parte de mi rutina y lo amaba.
Mi celular suena y la sonrisa boba aparece de nuevo en mis labios.
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