Capítulo 54 "Trampa"

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Pov. Jennie.

Decir que el beso que me dio en la oficina no me había prendido como antorcha olímpica, sería mentira, pero de las gigantes.

Y sin pensarlo dos veces, nos escabullimos como dos gatos. Primero ella y luego yo. Ella finge ir a su auto y yo me desvío a mi departamento. Prácticamente corremos y no puedo evitar sonreír como idiota.

Jamás me imaginé en esta situación. Pero era divertido y si dos cuadras eran las que nos separaban de la gloria de estar juntas de nuevo, yo sería más rápida que Usain Bolt.

Al llegar a mi departamento, espero pacientemente junto a la puerta, adentro, espero ansiosa a que Lisa toque desde afuera y cuando lo hace, no espero ni dos segundos para meterla conmigo.

Apenas cerramos la puerta la atrapo en un beso voraz. Lisa me empuja suavemente contra la pared, sus labios buscan los míos con urgencia, como si no pudieran esperar ni un segundo más. El hambre que sentía desde nuestra última vez se vuelve insaciable, cada beso, cada caricia. Me envuelve su aroma, el calor de su cuerpo contra el mío, y me pierdo completamente en ella.

ꟷNecesitaba esto ꟷsusurra entre besos, su respiración acelerada golpeando mi piel mientras desciende por mi cuello

ꟷYo también, amor ꟷrespondo entre susurros, mis manos recorriendo su espalda mientras la atraigo más hacia mí.

Nos movemos como si fuéramos una. Anoche había sido maravilloso, pero ahora disfrutaría de esa emoción salvaje de tener a mi mujer. Ahora si, sin llantos de por medio, sin lágrimas y sin tristezas previas. Solo ella y yo.

Sin detenernos, nos dirigimos al dormitorio. El aire está cargado, y cada movimiento que hacemos se siente más instintivo, más salvaje. No hay palabras profundas, no hay promesas, solo nos dejamos llevar por el fuego que nos arrastra y nos consume segundo a segundo.

Lisa me empuja hacia la cama y me sigue de inmediato, sus manos no se detienen y recorren mi cuerpo con un hambre que hace que mi piel se erice. Me mira con esos ojos que, aunque no recuerden del todo, me observan como si me conocieran desde siempre. Mi respiración se vuelve más pesada, y la sensación de estar con ella, de tenerla así, es casi abrumadora.

Sus labios vuelven a los míos, como si de verdad necesitara este contacto ¿y quién soy yo para negárselo?

La cama cruje bajo nuestro peso, y el cuarto se llena de una energía que parece desbordarse. Sus besos son todo lo que necesito en este momento, y mientras sus manos exploran mi cuerpo, me dejo llevar completamente.

Lisa no dice nada, pero su cuerpo lo dice todo. Siento cómo se derrite entre mis brazos. Siento cómo, poco a poco, se va entregando más y más. Hasta el punto en el que su cuerpo y el mío se funden en uno solo. Agradecía que fuera una zona sin mucha gente porque no me contuve, ni ella tampoco. Ni una sola vez de esas cuatro que me hizo alcanzar el cielo con las manos.

Ahora, todavía acostadas, siento su respiración acelerada sobre mi pecho y su piel cálida contra la mía mientras mis dedos recorren distraídamente su cabello. Cada vez que me toca, siento que está más cerca de recordar quién es, de quiénes somos. Y eso me emociona.

ꟷ¿Era siempre así de intenso antes? ꟷpregunta con la voz suave, pero cargada de algo que no puedo descifrar del todo.

La pregunta me saca una sonrisa. ¿Cómo explicarle lo que éramos? “Tiernas”  es la palabra que me viene a la mente. Pero de igual manera sonrío. Todo entre nosotras antes era más contenido, como si cada toque fuera una promesa susurrada, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo para descubrirnos. Ahora, en cambio, es como si quisiéramos devorarnos en cada segundo, como si el tiempo se nos fuera a escapar de las manos en cualquier momento.

HeartAttack | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora