• Parte 2

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La oficina quedó en silencio, pero el dueño de la empresa habló cortante y serio.

—¡Ya basta las dos! —les gritó Anthony—, me importa un rábano quien tuvo la culpa, a mi criterio fueron las dos, así que, no quiero saber más nada de ustedes.

—No nos puedes hacer esto —respondió Heather.

—Sí puedo, Heather, ¿por qué? Porque estoy hasta aquí —hizo un gesto con la mano poniéndola hasta la cabeza— de ustedes dos. Me tienen harto, planearon un robo de dinero para tener problemas con una familia que nunca nos hizo a un lado, jodieron una amistad de años solo por envidia —habló con seriedad—. Sin contar con que, me saliste adultera —le clavó los ojos a su esposa.

—No —negó con la cabeza.

—Yo también te vi, madre —recalcó Autumn—. Y no lo puedes negar más.

—¿Cómo te atreviste a hacerme algo así sabiendo que yo fui quien te ayudó a planear todo?

—No me culpes solo a mí, porque ese novio que tienes también tiene la culpa.

—Con él hablaré luego, pero tú... tú no eres más que una arpía.

—¡Salgan las dos de aquí! ¡Ya no las quiero ver más! —les gritó de nuevo.

—¡Por favor, no! —le suplicó Heather y se puso de rodillas.

Los tres que estaban presenciando la escena quedaron perplejos, pero se acercó Autumn para pedirle que dejara de ponerse en ridículo porque así no iba a conseguir nada.

—¡Tú te callas desgraciada! —alzó más la voz—. Todo fue tu culpa por haber aparecido en nuestra casa —le dijo histérica—. Si no hubieras aparecido en la puerta, jamás tendría que haber planeado todo esto.

—Te equivocas, lo habrías hecho igual porque solo te preocupa la posición social y el dinero —admitió con pesar—. Ibas a buscar la manera para que la amistad de ellos dos se rompiera. Las dos iban a buscar la forma para que eso sucediera, no solo porque yo aparecí en la casa —respondió con angustia en su voz—, esto iba más allá de un odio.

—Ambición y poder —acotó Richard.

—Sí —replicó la chica—. Y lamentablemente lo armaron tan bien que todo se rompió entre Richard y mi padre, y, por consiguiente, intentaron arruinarme a mí también.

—Lo peor para ellas es que ninguno de los dos se odia —afirmó Colin tomándola de la mano— y el contrato prenupcial no existe más, por lo tanto, esas acciones permanecerán donde están, en la empresa The Privilege.

—No —expresó negando con la cabeza también Heather.

Summer se había quedado muda, ella no articulaba una sola palabra.

—Sí, suegra, no va a tener manera para chantajearnos más, ¿o se olvida de la novia falsa que me inventó para separarme de Autumn? —su voz sonó muy seria.

—Por contrato nos correspondían esas acciones —habló Summer que durante varios minutos se había quedado callada.

—Tú lo has dicho, les correspondían, ya no porque dudaría mucho que quisieran escuchar de la prensa que Autumn es adoptada y empiecen a sacar sus propias conjeturas. Sin contar con que vimos la manera en cómo ustedes dos habían planeado todo y cómo manipulaban a Anthony, nos costó mucho poder convencerlo para que se diera cuenta la clase de mujeres que tenía en su casa.

—Dos serpientes —acotó el hombre mirándolas—, ya no tengo porqué mantenerlas, así que, va siendo momento de que se retiren de la empresa y por supuesto de mi casa.

—¡No! Por favor no nos hagas esto, Anthony —suplicó con lágrimas en los ojos su esposa.

—¡Ni tú y tampoco Summer tienen derecho a pedirme más nada! —les chilló a las dos—, un año —les mostró el índice—, un año mantuvieron esta farsa de mierda, me hicieron creer que Richard había sido el ladrón cuando yo tenía dentro de mi casa a dos ladronas y mentirosas, quiero saber qué hicieron con la mitad del dinero —miró a una y luego a otra.

Ninguna de las dos respondió.

—¡Ahora! —les gritó y ambas pegaron un saltito.

—Parte de la mitad fue para el viaje de Summer a Europa y la cuarta parte para nuestras cosas.

—¿En qué?

—Restaurantes, ropas y joyas —comentó Summer.

Autumn confirmó lo que sospechaban todos.

Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora