• Parte 5

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El lunes de la semana siguiente, Autumn llegó a la cosmética minutos antes del horario de apertura porque se lo había pedido Avalon y apenas se vieron, se saludaron y abrazaron.

—¿Cómo estás? —Quiso saber su madre.

—Bien y ¿tú?

—Muy bien, te cité antes de que la empresa abra sus puertas porque hace unas semanas atrás me preguntaste si el equipo de maquilladores tenía uniforme o algo parecido y como te comenté en su momento que no lo tiene, no implica que no deba destacarse del resto de personas. —La mujer la miró y continuó hablando porque supo que no la estaba siguiendo del todo—, los maquilladores tienen una chaqueta, ustedes son los únicos que la usan, es del mismo color del sobre que te entregué, nada más que la jefa de ellos tiene una línea dorada en cada manga y la A del mismo color en la espalda.

—Ya voy entendiendo un poco más.

—Mejor así —le dijo y se acercó al escritorio para entregarle una caja con moño—. Bienvenida a Avalon Cosmetics.

—Gracias.

La joven mujer apoyó el regalo sobre la mesa que estaba cerca de donde estaban y la abrió.

—No puedo ponerte en otro puesto más que el que te comenté, sé que me has dicho que preferías estar dentro del equipo, pero sabes demasiado y trabajas muy bien como para ponerte con ellos, destacas del resto, Autumn, ya te lo dije.

—Lo comprendo, pero me parece que va a traer problemas.

—Si tú quieres pueden trabajar juntas, ambas podrían ser jefas, pero tú liderarás cuando se presenten situaciones o anuncios que deben saber los demás.

—No sé si es lo correcto, pero de acuerdo.

—Perfecto —le sonrió y la ayudó a colocarse la chaqueta—, te queda muy bien, Autumn.

—Te lo agradezco.

—Vayamos juntas a abrir y a recibir a la gente.

Cuando ambas bajaron y el encargado abrió las puertas, de a poco los empleados fueron llegando para ocupar sus puestos y tanto madre como hija caminaron hacia la tienda de cosméticos donde se encontraba el equipo que asesoraba, maquillaba y atendía a los clientes para las posibles compras.

Avalon reunió a los maquilladores y la jefa en cuestión alzó una ceja cuando la vio con la misma chaqueta que la suya.

—¿Vamos a ser dos jefas?

—Así es, pero tú aprenderás de ella —manifestó la mujer—, ya conocen a Autumn, asistió al evento, pero no tuve el agrado de presentarla como correspondía —todos se quedaron a la espera de saber quién era en verdad—. Es mi hija y solo pido que todos trabajen en equipo. Los conozco desde hace años, sé cómo trabajan por eso insisto en que si tienen un inconveniente u otra situación se la comuniquen a Autumn.

—¿Por qué a ella que recién llega? —se quejó Chloé, la jefa.

—Es la hija, ya lo dijo —contestó un maquillador.

—No me importa.

—Lo hago por cómo te estás comportando, por ejemplo, ahora estás siendo una maleducada, porque en vez de preguntar de buena manera lo haces con quejas y creyéndote superior al resto de tus compañeros de trabajo. —La miró con seriedad su jefa—, Chloé, serás jefa también, a nadie le estoy quitando el puesto y tampoco despidiéndolo, pero Autumn será quien te enseñe a tratar a los demás también, ya sabías desde que entraste aquí que a mí me importa que los clientes sean tratados como si fueran reyes porque quiero que regresen, y creo que todos los que estamos aquí coincidimos en lo mismo.

—Dentro de unos meses tendré licencia por maternidad, así que, en ese tiempo podrás encargarte tú de ser la jefa principal —agregó la joven mujer—, yo no quiero sacarte el puesto y como te dijo mi madre, no te está despidiendo tampoco, solo quiere que veas la mejor forma de tratar al público, sin contar con que me gustaría trabajar en equipo también.

Chloé no tuvo más remedio que aceptar lo que le estaban pidiendo, pero acotó algo antes comenzar a trabajar.

—Contaré los días para que tomes esa licencia por maternidad para regresar a mi puesto original.

—De acuerdo —le comentó Autumn sin intentar decirle algo más para que no replicara su comentario—. ¿Trabajaremos en equipo mientras tanto? —le preguntó y extendió su mano.

—Trabajaremos en equipo —le respondió y estrechó su mano también.

—Habiéndose aclarado todo, me retiro a la oficina, cualquier cosa me llaman, Autumn ya tiene las instrucciones detalladas.

Las puertas se abrieron y a medida que pasaban los minutos, las clientas e incluso lo clientes, desfilaban por la tienda, no solo para asesoramiento sino para pedir citas de maquillajes sociales, pruebas y comprar maquillajes.

Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora