Otoño 1 y 2 - {Bilogía: Romance Otoñal}

• Parte 7

Madre e hija quedaron mirándose a la expectativa de la primera en saber lo que Autumn iba a preguntarle.

—¿En tu familia hay gemelos o mellizos?

—No que yo recuerde, pero mi papá tenía un abuelo que era mellizo con su hermano, ¿por qué?

—Porque vamos a tener cuatrillizos —le respondió sin vueltas.

Avalon se carcajeó de alegría y la abrazó.

—Eso es increíble, Autumn, cuatro bebés, es hermoso —la miró y a la mujer se le llenaron los ojos de lágrimas.

Se abrazaron de nuevo y la joven escuchó llorar a su madre. En aquel momento cayó en la cuenta de que se estaba acordando de lo que su madre había pasado con ella y que luego de cuatro meses la tuvo que dejar con Anthony.

—Mamá, no llores.

—Me acuerdo de cuando te tuve y lo que pasó después.

—Me lo imaginaba, pero sabes bien que puedes ayudarme con los bebés para criarlos también.

—Lo sé, trataré de estar siempre presente, pero tampoco quiero que tu marido me termine odiando o tú por visitarlos seguido.

—No te preocupes por eso, Colin y yo vamos a entender que nos visitan para verlos, más en los primeros meses que deben ser los más complicados.

—Lo son y siempre es bueno cuando tienes personas que te ayuden, porque no siempre es color de rosa.

—Entiendo, me alegro de que esto lo podamos compartir juntas —le sonrió y la abrazó otra vez.

—Y yo también, ¿se los dijiste a los demás? Me estuvieron preguntando a cada rato si sabía algo de ti.

—No, ahora se los voy a decir, quisieron saber, pero los esquivé —rio por lo bajo—. Nos vemos después.

Autumn salió del despacho y bajó para comunicarle a sus compañeros que iba a tener cuatro bebés, la felicitaron, la abrazaron entre todos y saltaron de alegría.

En la oficina de Avalon, ella se comunicó con Anthony para decirle la noticia de que iban a ser abuelos de cuatro personitas y los dos lloraron.

Por otro lado, Colin hizo una videollamada con sus padres, su hermano y con April que estaba a su lado ya que la había llamado para hablar con ella y les comunicó que iban a tener cuatro bebés. El griterío, el llanto y la alegría se vieron reflejados en las personas que estaban hablando con él y al hombre se le aguaron los ojos también. 

🍂

Los días que faltaban para terminar el mes de enero lo aprovecharon para comprar ropa de bebés, juguetes, mantas y todo lo necesario aparte de que April y Oliver organizaron la boda exprés. Autumn por su parte trabajó con su madre en el desarrollo de la nueva colección de maquillajes en las tonalidades de primavera-verano.

El último día del mes, la hermana de Colin y el mejor amigo de Marcus se casaron, y festejaron la unión con una reunión muy sencilla y para pocos invitados.

En la primera quincena de febrero terminaron de realizar lo que les faltaba de las dos colecciones, se habían reunido los tres involucrados, April por videollamada, ya que estaba con su marido en Europa y Gregory, el nuevo diseñador que tenía la empresa de modas Allister para ultimar los detalles. El único detalle oculto era que Autumn no sabía nada al respecto del nombre que le habían decidido poner a la colección, de eso se enteraría recién en el desfile que se realizaría al siguiente día, puesto que aquel día era San Valentín y ella y su marido tenían planes para salir.

Colin fue al dormitorio para saber si ya estaba lista para comenzar el día de planes.

—Estás muy ansioso, ya casi termino —le dijo poniéndose máscara de pestañas y luego buscó un abrigo y la bufanda.

—Tenemos que estar allí unos minutos antes.

—¿Adónde iremos?

—Ahora al Empire State, saqué entradas para ver la ciudad desde la altura.

—De acuerdo, ¿y después?

—Vamos a cenar y más tarde a dormir en un lindo hotel.

—¿En el hotel donde se hace el desfile?

—Sí, así todo está mejor organizado —le sonrió abrazándola por la cintura y se inclinó para besarle los labios.

—Me parece bien, me gusta, en ese caso, tendríamos que poner ropa en una maleta, ¿no?

—No, ya todo está arreglado, no te pondrás tu ropa porque usarás algo de la nueva colección.

—¿La de April? —cuestionó y él negó con la cabeza—, ¿la que crearon ustedes? —Levantó las cejas estando sorprendida y se separó de él.

—Así es, pero eso lo verás mañana, ahora debemos irnos.

La tomó de la mano apenas vio que se puso el abrigo y la bufanda.

Salieron de allí no sin antes ella tomar la cartera y bajar con el ascensor hacia el estacionamiento para entrar al coche y dirigirse hacia el edificio histórico.