PARANOIA COLECTIVA
Varios meses pasaron después del último y doloroso incidente y la situación dentro del burdel seguía igual, sin mostrar ningún tipo de cambio ni para bien ni para mal. Lora, tras vivir una época de rencoroso silencio e indiferencia, al fin había vuelto a dirigirle la palabra a Lilian, decidiendo ayudarla y apoyarla, a pesar de considerar despreciables sus acciones, por el bien de su futuro y del de Arline, quien hacía apenas unos días atrás había cumplido sus cinco años de edad y había acelerado, de forma paralela, el arriesgado plan de su madre, que pareció percatarse de la rapidez con la que pasaba el tiempo y el riesgo que ya comenzaba a tomar su hija en ese lugar según iba creciendo y según Victoria la miraba con cada vez más ansias e interés, creyendo poder utilizarla despiadadamente para su propio beneficio en breves, y no iba a permitirlo.
Durante toda esa temporada en la que Lilian había decidido adoptar un comportamiento más sumiso y apacible para pasar desapercibida frente a su dueña, esta tuvo la oportunidad de investigar y empezar a aprender por su cuenta palabras más cultas y formales, agradeciendo el haberse criado en un entorno campesino y no esclavo donde tuvo la oportunidad de aprender a escribir y leer lo suficiente como para no ser considerada una total analfabeta mediante el esfuerzo de sus padres que la llevaban a templos donde le impartían pequeñas clases a cambio de una cantidad desproporcionada de dinero.
Su mano se movía con rapidez pero con sumo cuidado por la astillada mesa, cuidando cada línea y trazo que realizaba con el grafito sobre el papel que había conseguido robar del despacho de Victoria en uno de sus tantos viajes de negocios.
Ya llevaba unas cuantas horas centrada únicamente en su tarea, primero pensando seriamente qué poner y luego comenzando a escribirlo con pulcritud y delicadeza para evitar cualquier falta o error ortográfico que pudiera delatarla, dándole así un aspecto digno de una carta redactada por un noble de la alta sociedad, un aspecto limpio y elegante que admiró con orgullo en cuanto puso el punto final y revisó una vez más para asegurarse de que todos los detalles estaban cubiertos y preparados a propósito para su plan, aquel que, una vez iniciara, ya no tendría marcha atrás.
Cuando al fin había quedado completamente satisfecha y confiada con el resultado de su esfuerzo, comenzó a doblar el papel por la mitad meticulosamente, procurando no arrugarlo de más, para más tarde preparar el sitio que tenía listo para guardarla y esconderla del resto de personas que pudieran entrar a su habitación de forma repentina o sin avisar. Introduciendo entonces la falsa carta entre el viejo colchón sobre el que dormía y el soporte de madera que a duras penas mantenía su camastro elevado del suelo, y empezando a prepararse para reanudar su verdadero trabajo a sabiendas de que ya había perdido demasiado tiempo y podrían comenzar a sospechar de sus actos y su aislamiento.
Sin embargo, poco después de que pasara el puntiagudo cepillo sobre su melena castaña, sus orejas captaron múltiples pasos, voces y quejidos de dolor que provenían del pasillo del establecimiento y se volvían cada vez más cercanas.
Llena de curiosidad e intriga por saber qué era aquello que causaba tal jaleo, perturbando de forma tan repentina el silencio y la tranquilidad del burdel, Lilian abrió la puerta de su dormitorio y asomó la cabeza tímidamente en un afán por investigar qué sucedía, no necesitando más de unos cuantos segundos para toparse con un grupo de compañeras que corrían con preocupación mientras sostenían a otra de ellas en brazos, intentando transportarla lo más rápido posible mientras esta se deshacía en gemidos lastimeros que reflejaban el intenso dolor que la profunda herida sangrante que tenía en su muslo, vendado de forma improvisada, le provocaba sin descanso.
— ¿Qué ha pasado? -viendo la escena totalmente perpleja, la morena terminó por salir de la habitación y se unió al grupo para observar más de cerca el estado de la joven prostituta que, con un aspecto pálido en la piel, parecía encontrarse al borde del desmayo.
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Entre tu lugar y el mío
RomanceUn inocente bailarín de palacio conoce a una joven invitada en una de sus fiestas. ¿Qué hay más allá de las paredes del castillo?, ¿cómo de fácil es enamorarse siendo un esclavo?