Capítulo 1

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Podrían haber pasado años, incluso décadas, y aún seguiría teniendo en la cabeza el cadáver de Kathe cada vez que cerraba los ojos.

La única vez que había salido de mi habitación desde que llegué de esa terrible fiesta hace una semana solo había sido para ir al funeral de Kathe.

Después de que el cuerpo sin vida de mi amiga cayera desde el ático, el caos estalló dentro de la hacienda de Erick, todo fue tan rápido que todavía no puedo creer que ella esté muerta, ¿cómo fue que pasó?, ¿quién querría matarla?, y la pregunta del millón, ¿por qué?

—¿Alexis? —podía escuchar la voz de mi madre detrás de la puerta de mi habitación.

No contesté, solo hice un sonido extraño para que supiera que la escuchaba.

—Voy a entrar —sin esperar respuesta de mi parte entró en mi cueva, estaba hecha un asco, había todo tipo de cosas tiradas en el piso y en los muebles, incluyendo mi cama. Las ventanas permanecían cerradas por lo que la luz no entraba, y yo era la peor parte de todo aquel cuadro que mal pintaba. Mi pelo eran montones de suciedad y nudos, parecía que un pajarito había hecho su casa en mi cabeza, no me había bañado desde el día de la muerte de Kathe y mi cara estaba grasosa.

Mi madre no estaba para nada sorprendida de mi aspecto, más bien parecía triste por la situación en la que yo sola me había puesto.

—Alguien te ha enviado flores —cerró la puerta detrás de ella y después no supo qué hacer con sus manos.

—Tira las a la basura, probablemente son del idiota de Daniel, y ahora no tengo ganas de pensar en eso.

—Alexis, sé que te dolió mucho la muerte de Kathe, pero deberías de salir de tu habitación, terminar la preparatoria y seguir con tu vida —aunque era cierto lo que decía, no quería creer que podía seguir viviendo como si nada cuando alguien había asesinado a Kathe, porque era evidente que mi amiga no había muerto por causas naturales y mucho menos era un accidente que ella sola había provocado.

—Por favor no lo digas, no menciones que Kathe está muerta, eso solo me recuerda que no la volveré a ver.

Las cortinas se abrieron dejándome ver el cielo azul, era extraño poder ver un nuevo día y que Kathe no lo pudiera ver como yo lo hacía. Las lágrimas comenzaron a rodar de nuevo, pero no deje que continuaran su camino. No podía seguir acostada en esta cama recordando a Kathe, imaginando cómo podría haber sido su vida si no se hubiera cruzado en el camino de un asesino.

Di un salto de la cama y de manera apresurada me metí en el baño para quitarme la suciedad acumulada.

Dejé a mi madre confundida por mi repentina actitud, solo la pude oír pronunciando mi nombre con extrañeza.

Cuando salí oliendo mucho mejor me di cuenta de que mi madre había ordenado todo después de que me fui corriendo de la habitación.

Me puse cualquier cosa, ahora no tenía tiempo de escoger un atuendo y combinarlo con mi maquillaje, solo necesitaba llegar a la casa de Kathe.

***

Parecía que habían pasado años desde que había estado parada justo en este lugar, pero solo habían sido un par de días desde el funeral.

Aún olía a flores, y el silencio se había quedado en todo el lugar. Toqué el timbre, su madre me abrió, ella aún seguía vistiendo de negro y sus ojos hinchados de llorar se mantenían como la última vez que la vi, solo que ahora le acompañaban unas ojeras horribles.

—Alexis, ¿qué haces aquí? —estaba sorprendida y no sabía si está sorpresa le caería bien o no.

—Quería estar más cerca de Kathe —mentira cochina, pero no podía decirle que venía a buscar pistas entre las cosas de Kathe para saber si alguien la había odiado tanto como para matarla.

Las Mentiras De KatheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora