Capítulo 21

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Nada me quitaba de la cabeza las palabras de Marceline, intenté hacer tarea, pero no funcionó, abrí todas mis redes sociales para distraerme, pero mi mente seguía volando a la conversación que tuve con Marceline, nada funcionaba, estaba segura de que me volvería loca si me quedaba en donde estaba. La mejor decisión que pude tomar fue ir a casa de Kathe, se que no suena muy lógico ir a un lugar donde los recuerdos lloverían y no me dejarían olvidar lo que Marceline me había contado, pero no se me ocurría otra manera de afrontar todo lo que sabía, estaba segura de que tendría que haber mas indicios del asesino en la habitación de Kathe, con todo lo que ahora sabía, probablemente sería mas fácil encontrar algún rastro dejado por mi amiga, o en el peor de los casos, del asesino o asesina.

Justo cuando iba saliendo de mi casa una llamada entrante me recordó que la noche anterior había cenado con Rafael y no le había enviado un mensaje como le prometí, incluso había besado a Darío y ahora estábamos saliendo en secreto, todo aquello había sido opacado por la llamada de Marceline esta mañana.

—Hola, Rafael, perdón por no enviarte un mensaje anoche, estuve un poco ocupada cuando llegué a casa —mis palabras me hicieron recordar los labios de Darío sobre los mios mientras estábamos en aquel mirador, definitivamente era una mentirosa de lo peor con Rafael.

—Hola, Alexis, no te preocupes, solo llamaba para saber si todo estaba bien, me dejaste preocupado cuando te fuiste de repente, creí que había sucedido algo muy grave —sonaba sincero y genuinamente interesado en mi bienestar, pero eso solo me hizo sentir como la peor persona del mundo.

—Estoy bien, gracias por preguntar, eres un gran amigo —lo que dije al ultimo fue tan intencional como sonaba, no quería que comenzara a darse esperanzas si es que lo había encaminado a eso conmigo, debía comenzar a ser clara con él después de lo que pasó anoche con Darío.

—Me alegra saber que todo esta bien, tengo que colgar ahora mismo, pero quiero que sepas que puedes llamarme si necesitas algo —la llamada acabó tan rápido como inició, algo me decía que se había sentido incomodo por llamarlo amigo, pero no me haría ideas equivocadas, probablemente solo era mi imaginación.

Caminé hasta la casa de Kathe y toqué la puerta, esperé algunos segundos y finalmente me abrieron, el señor Márquez imponente en el umbral de su puerta me miraba desde su mas de 1.80 de altura, no es que me intimidara, yo también soy bastante alta para una chica de 18 años, pero había algo en su postura que imponía respeto, el hombre daba miedo, pero sabía que no me haría daño, o al menos eso quería pensar.

—Hola, Alexis, ¿qué haces aquí? —su pregunta no fue muy cortes, parecía que mi presencia le desagradaba. De repente estaba alerta, lo notaba por como sus hombros se habían tensado al instante de verme.

—Hola, señor Márquez, solo pasaba por aquí y quise ver como estaba la señora Márquez, hace un par de días que no la veo —era verdad que estaba preocupada por la madre de Kathe, después de leer aquellos mensajes donde decía que había estado deprimida, no podía dejar de lado a la señora Márquez con la tristeza de una hija muerta.

—Ella no se encuentra, pero está bien, un psiquiatra la esta tratando para afrontar la muerte de Kathe —el señor Márquez no tenía emoción alguna en su rostro, una mirada fría era lo único que podías percibir, no aparentaba haber perdido a una hija, no parecía estar destrozado como cualquier padre lo estaría, aunque, si pensabas en todos los mensajes que había intercambiado con su hija, y los problemas que le había generado, el hombre ahora mismo ya no tenía que preocuparse por que su hija lo metiera en problemas.

Kathe dijo saber un montón de cosas de su padre, no solo que tenía una amante y le diría a su madre, amenazaba con terminar con su reputación, incluso había dicho que le ayudaría a la señora Márquez a quitarle todo lo que tenía. Aquello definitivamente estresaría a cualquiera, y que aquello se acabara debía ser un alivio.

Las Mentiras De KatheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora