—¿Ya apagaron las llamas? —fue lo primero que Marceline preguntó cuando estuvimos al lado del policía y Darío.
—Si, creo que tu cama es la única que no se libra de las llamas —esa era nuestra señal, ya que las llamas estaban casi erradicadas era momento de proceder.
—Les dije que se quedaran en el auto —gruñó Darío apenas dejó de hablar el oficial de policía.
—¡Darío! —gritó de repente Marceline asustándome, mi estupidez era asombrosa, yo sabía que Marceline tenía que gritar, hacer un escandalo, y aun así me sorprendía.
—¡La abuela, la foto de la abuela estaba debajo de mi almohada! —gritó de nuevo Marceline y salió corriendo hacia la casa como alma que lleva el diablo.
Era mi momento de brillar, antes de que Darío hiciera siquiera un movimiento o incluso reaccionara, me recargue en él y comencé a decir:
—¡Me siento mareada, creo que me voy a morir! —la reina del drama que dormía despertó para triunfar.
Dejé caer todo mi cuerpo contra Darío quien por instinto me atrapó, sus brazos rodearon mi cintura y mi corazón comenzó a latir tan rápido como el aleteo de las alas de un colibrí, en mi estomago parecía haber un show de fuegos artificiales, y todo el calor de mi cuerpo corrió a mis mejillas, todo a mi alrededor se había desvanecido y solo estaba él en mi mundo.
—¡Alexis, ¿estas bien?, ¿que te pasa?! —Darío estaba casi cargándome, su cara estaba muy cerca de la mía, sus ojos pasaron por todo mi cuerpo y luego mi cara como escaneando para ver si había algo que le diera una pista de que era lo que me pasaba.
—Yo... yo no lo se, simplemente me empecé a sentir mal de repente, creo que solo fue un bochorno —en este punto yo ya estaba de pie demasiado cerca de él, sus manos seguían alrededor de mi y sus ojos ahora miraban directamente a los mios, de repente no recordaba como fue que terminamos así de cerca el uno del otro. Pasaron unos segundos y fue ahí cuando Darío reaccionó, su hermana había corrido directamente a las llamas.
—¡Maldita sea, Marcela! —Darío salió corriendo detrás de su hermana quien había puesto un pretexto poco creíble para correr directo hacia el peligro.
Hace algunos minutos mi amiga me contó que cuando era pequeña había guardado debajo de su almohada una foto donde aparecía con su difunta abuela, su abuela no era mucho de tomarse fotos, por lo que era la única que conservaba de las dos juntas, me dijo que su hermano y casi toda su familia sabía que esa foto representaba mucho para ella, por lo que no seria raro verla correr hacia su casa en llamas solo para salvar esa foto. Por otro lado, el lado real, todo aquello era una mentira, aquella foto había sido escaneada y guardada en la nube además de que ella tenía una copia en su celular, cosa que su familia no sabía ya que casi no los veía y no hablaban de esas cosas.
Entré a la casa detrás de Darío quien ya estaba subiendo las escaleras de dos en dos, yo estaba a punto de hacer lo mismo cuando vi una gran mancha con el rabillo del ojo, giré la cabeza y lo vi por completo, un gran mensaje en la pared de la sala había sido pintado con hollín, "Dejen de investigar o habrá consecuencias".
Por un segundo mi alma dejó mi cuerpo y me quede paralizada delante de las escaleras viendo la pared. Definitivamente todo esto no había sido un accidente, alguien había quemado la habitación de Marceline intencionalmente, eso explicaba perfectamente que el incendio iniciara en la habitación de mi amiga.
Unos pasos provenientes de las escaleras llamaron mi atención.
Marceline, Darío, un par de bomberos y policías venían bajando exactamente en ese orden, mi amiga me vio y sin que las personas que venían detrás de ella la vieran levantó un pulgar para decirme que todo estaba bien. Pero nada estaba bien, al contrario, todo estaba mal.
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Las Mentiras De Kathe
Teen FictionSolo era una fiesta en la hacienda de los padres de Erick, pero el cadáver de Kathe apareció súbitamente ante los ojos de todos a la mañana siguiente. ¿Quién la mató? La pobre Kathe nunca abría hecho daño a nadie, ¿por qué alguien querría matarla? A...