Capítulo 6

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¿Por qué todos me miraban raro?, acababa de entrar en la escuela y parecía que había olvidado ponerme los pantalones esta mañana, todo mundo me miraba como si estuviera desfilando por los pasillos en calzones, era extraño verlos reír sin darme cuenta que era lo que les causaba gracia.

Miré de un lado a otro buscando a Marceline, pero no la encontré por ningún lado, decidí que lo mejor que podía hacer era refugiarme en el salón de clases y esperar a que Marceline llegara.

Caminé un par de pasos, aun había miradas indiscretas acosándome y murmullos acompañados de risas, ¿qué es lo que les hace tanta gracia?

—Hola, Alexis —una voz chillona me susurró desde algún lugar atrás de mí.

¿Por qué Sofía estaba hablándome?, esto nunca sucedía en un día normal de mi vida, y más porque a Sofía nunca le agradó Kathe, yo como la mejor amiga de Kathe estaba en su lista negra justo después de mi difunta amiga.

—¿Hola? —contesté con una pregunta dudando en hablar con ella. Sofía era sospechosa del asesinato de Kate, no estaba del todo segura pero podía jurar que ella hubiera podido asesinar a mi amiga si le hubiesen dado la oportunidad, claro que ella no podía mover un cadáver sola, pero podría tener un cómplice.

Mi decisión de hablarle era puramente con fines de investigación detectivesca, en cualquier otra circunstancia la abría ignorado.

—Me da gusto ver que viniste.

¿A qué se refería la posible psicópata?, ¿por qué no vendría a clases?

—Todos en la escuela apostaban que no vendrías después de la escenita que Daniel, tu amante y tú protagonizaron en el estacionamiento, digo, a mí me daría mucha vergüenza venir a la escuela después del oso que hiciste ayer.

Oh claro, eso, estaba siendo el chisme número uno ahora mismo, pero ¿todo mundo se estaba riendo de mi por lo que paso ayer? ¿se reían porque Daniel se había puesto como un loco y yo había huido en el auto de otro chico?, sinceramente no me sentía mal por eso, más bien sentía como si estuviera dándole la última patada en el trasero a Daniel para que saliera de mi vida, porque después de esto no se atrevería a tratar de volver conmigo, lo conocía, era un imbécil de ego grande y por eso mismo no se humillaría de esa manera de nuevo.

—No sé porque crees que me sentiría avergonzada, Daniel me puso el cuerno en la fiesta de Erick, ¿y yo no puedo verme con un chico en el estacionamiento de la escuela?, sin duda la sociedad es un macho opresor —recité en tono de burla mis últimas palabras.

Por la mirada de Sofía sabía que no esperaba esa respuesta de mi parte, ¿acaso no recordaba la discusión que tuvimos Daniel y yo justo antes de que el cadáver de mi amiga cayera del ático en la hacienda de Erick? Sofía había estado ahí, ella vio todo.

—La que debería sentirse avergonzada eres tú, siempre estuviste detrás de todos los chicos con los que Kathe salía solo porque le tenías celos, primero Salvador y es evidente que ahora mismo vas detrás de Erick —mi lengua se soltó y dije cosas que no debí haber dicho en voz muy alta.

Me quedé muda por un instante al igual que Sofía que parecía muy sorprendida, sus ojos se habían hecho más grandes y la sonrisa estúpida con la que había iniciado esta conversación se había desvanecido por completo.

—¡Alexis, te estaba buscando! —la voz de Marceline interrumpió el tenso momento que estaba teniendo con Sofía.

—Necesito que me pases la tarea —dijo Marceline tomando mi mano para llevarme dentro del salón. Dejamos sola a Sofía que parecía aun en shock.

Mi bajita amiga me estiró hasta mi lugar al fondo de la clase, cuando estuvimos las dos sentadas me di cuenta de que Marceline estaba molesta por la manera en que me miraba.

Las Mentiras De KatheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora